El pasado miércoles, a las cuatro en punto de la tarde, en
"La Capella" de Barcelona y dentro de los actos de la BCNEGRA 2013, Félix
G. Modroño, Jon Arretxe y yo mismo tuvimos la oportunidad de participar en
una Mesa Redonda en la que bajo el expresivo título de "La sombra del
Guggenheim es alargada" hablamos de Bilbao como escenario en el que
situamos nuestras novelas de género negro.
Actuó de moderadora Rosa Ribas que, como un buen
interrogador policial, nos sonsacó, casi sin darnos cuenta, sobre los motivos
de que elijamos esa ciudad, que a fin de cuentas es la nuestra, como telón de
fondo de las últimas obras que hemos publicado recientemente. Y ahí surgieron
las, aparentemente, discrepancias.
Modroño ubica su novela La ciudad de los ojos grises en el Bilbao de la I Guerra
Mundial, un Bilbao que consolida la eclosión económica e industrial iniciada a
finales del siglo XIX, al abrigo del comercio del mineral de hierro con
Inglaterra y la creación de grandes navieras e instituciones financieras, y en
el que los movimientos políticos nacionalistas y socialistas empiezan a tomar
posiciones y a reclamar sus cuotas de poder.
19 Cámaras,
de Arretxe, o mis novelas protagonizadas por el exertzaina Mikel
Goikoetxea, alias Goiko, Pájaros sin
alas y La luz muerta, transcurren,
en cambio, en el Bilbao actual. En la de Arretxe aparece ese Bilbao
marginal, de putas, traficantes e inmigrantes, que se mueve en la zona de San
Francisco y Las Cortes, lo que antiguamente se llamaba el barrio de La Palanca,
un Bilbao al que no se acercan demasiado el resto de sus conciudadanos, al
menos "los que no quieren meterse en líos".
De mis novelas se comentó que el Bilbao que suele aparecer
es el de la zona centro, junto a las corporaciones bancarias que tienen sus
oficinas en la Gran Vía, lo que admito sólo en parte, ya que también hago que
mis personajes se muevan por el resto de Bilbao y su entorno, que no es una
sucesión de islas sino una ciudad en la que sus barrios y sus personas están
permanentemente interconectadas. Y es que en la gran mayoría de las ocasiones quien
se suele beneficiar de la actuación de los personajes marginales suele ser
alguien muy bien situado socialmente.
De ahí lo expuesto
anteriormente, que sólo en apariencia nuestros "Bilbaos" son ciudades
distintas. El Bilbao actual es heredero, para lo bueno y para lo malo, del
descrito por Modroño, y el de La Palanca y el centro (porque además el
barrio más marginal de Bilbao también está ubicado en el centro) se alimentan
mutuamente, los Bajos Fondos necesitan de los Altos Fondos y viceversa.
Debo confesar que los cuatro participantes en la Mesa
Redonda disfrutamos y pasamos un rato muy agradable y confío que también los
asistentes lo pasaran muy bien. Y si se acercan a la novela negra que en estos
momentos estamos haciendo en Euskal Herriai, pues tanto mejor.
La única pena es que este año mi visita a la BCNegra ha sido
muy corta y no pude saludar a los amigos, apenas un momento a Paco Camarasa.
A los demás, ya os saludaré en otra ocasión. Aunque como compensación tuve la oportunidad
de conocer en persona a Toni Hill, el autor de una novela con la que
disfruté mucho, El verano de los
juguetes muertos. Aún no he leído su siguiente novela, Los buenos suicidas, pero seguro que
no me defraudará. Apenas pude charlar unos segundos con él, pero ya habrá más
ocasiones en el futuro para estar con él y con muchos buenos amigos más.
Como no se puede estar al mismo tiempo en la procesión y
repicando no saqué fotografías de tan memorable acto, así que inserto un par de
fotogramas del reportaje que la ETB-2 nos hizo para sus noticiarios.
Y hasta el año que viene, en el que esperemos que, haya o no
crisis (que parece que la habrá) vuelva a haber una BCNEGRA. Allí estaremos,
ojalá que con más tiempo.