lunes, 6 de febrero de 2017

LOS ARCHIVOS SECRETOS DEL ATENEO. EL CASO DE LOS AMORES PROSCRITOS (MARTA EXTRAMIANA)



LA NOVELA: A mediados del siglo XIX, la «Atenas del Norte» era una ciudad tranquila pero bulliciosa a la vez, ya que estaba repleta de inquietudes de progreso y de iniciativas de modernización.
El médico Gerónimo Roure, impulsor y director del primer Ateneo vitoriano, comienza a sospechar que detrás de algunos de los trágicos hechos que están ocurriendo en la ciudad existe un hilo conductor más siniestro de lo que parece a simple vista. Su vocación detectivesca, recién descubierta por él mismo, transporta al lector a un emocionante recorrido por un mapa, oculto y alternativo, de la Vitoria de 1866.

LA AUTORA: Marta Extramiana (Vitoria-Gasteiz, 1964) es licenciada en Bellas Artes e Historia del Arte. Ha trabajado como ilustradora, diseñadora, profesora de diseño gráfico y de historia de la moda, entre otras cosas, pero sin lugar a dudas la realización de una tesina sobre el cementerio de Santa Isabel de Vitoria en 2003 dio un gran giro a su carrera y a sus intereses. Actualmente es la mejor conocedora de su historia y de la vida de los ilustres ciudadanos que yacen en él, y ayuda en todo lo posible a fomentar su revitalización histórica mediante visitas guiadas, charlas, artículos y muchas otras actividades. Ha escrito también cuentos y guiones cortos.
Los archivos secretos del Ateneo. El caso de los amores proscritos es su primera novela.



PUERTAS Y VENTANAS ABIERTAS (MARIASUN LANDA)



Algunos de los temas recurrentes de este libro giran en torno a la experiencia lectora, a la producción de textos literarios o a la literatura infantil y juvenil. También alrededor de mi experiencia como escritora, del proceso creativo y del hecho de pertenecer al sistema literario de una lengua minoritaria y minorizada como es el euskera. Otros textos más breves responden a demandas puntuales en torno a eventos, libros, películas… o versan sobre mi amistad con la excepcional ilustradora y amiga que fue Asun Balzola.
Y como poner un título supone, a menudo, echarle una mano al lector para ponerle en antecedentes de lo que el autor se trae entre manos, he optado por algo que me parecía lo suficientemente amplio, pero que también recogía la constante, el hilo conductor, de todos los textos: mi gusto por la literatura, tanto en mi vertiente lectora como en la de escritora. Como decía Roland Barthes, la literatura sirve para respirar mejor. Y creo que quizás es debido a que la literatura abre puertas y ventanas interiores. Un lugar donde refugiarse y también compartir, dar y recibir.