lunes, 1 de septiembre de 2014

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 486.-EL BLANCO MÓVIL (ROSS MacDONALD)


Título: EL BLANCO MÓVIL
Título original: THE MOVING TARGET
Autor: ROSS MacDONALD
Editorial: RBA
Trama: La desaparición de Sampson, un millonario tejano afincado en California que al principio parece voluntaria, se complicará cuando se reciba una nota solicitando un rescate a la familia si desean que vuelva a casa sano y salvo. Lew Archer, antiguo miembro de la inteligencia militar y expolicía, que trabaja como detective, será el hombre elegido para intentar desentrañar el asunto, a ser posible, sin que los secuestradores cumplan sus amenazas.
Personajes: Lew Archer, detective protagonista de las novelas de Ross MacDonald, digno sucesor de Philip Marlowe aunque más escéptico y desilusionado que éste, si cabe, Miranda Sampson, hija del hombre secuestrado, insegura e inestable, enamorada de Alan Faggert, piloto civil y empleado de Sampson, Fay Estabrook, actriz de Hollywood con un pasado glorioso y un presente mediocre, Claude, falso gurú que regenta un centro espiritual en unos terrenos cedidos por el hombre secuestrado, Elaine Sampson, esposa de Simpson, el millonario secuestrado, en silla de ruedas desde que tuvo un accidente mientras cabalgaba, cínica y resentida, Bert Graves, exfiscal y abogado, amigo y antiguo jefe de Archer en el ejército, enamorado de Miranda Sampson, Troy, hombre de origen británico que regenta un piano bar y que parece estar metido en asuntos oscuros, Félix, chófer de Sampson de origen filipino, reservado y silencioso.
Aspectos a Destacar: Ross MacDonald es un especialista, en sus novelas, en desbaratar las ilusiones del sueño americano y, sobre todo, en ahondar en los conflictos que se abaten sobre las aparentemente modélicas familias tradicionales americanas, sobre todo aquellas en las que el dinero ha sustituido al afecto.
La Frase: Cuando entré en la policía creía que el mal era una cualidad con la que algunos habían nacido, como un labio leporino. El trabajo de policía consistía en descubrirlos y quitarlos de en medio. Pero el mal no es algo tan simple. Todo el mundo lo lleva dentro de sí, y que éste salga a la luz depende de una serie de circunstancias. Entorno, oportunidad, presiones económicas, una pizca de mala suerte, un mal amigo. El problema estriba en que un policía tiene que juzgar a los demás casi a dedo y actuar inmediatamente.