Título: AFILADO COMO UN BLUES A MEDIANOCHE
Autor: JAVIER MÁRQUEZ SÁNCHEZ
Editorial: SALTO DE PÁGINA
Trama: Eddie Bennet, amigo personal de Frank Sinatra y, a través de éste, de
personajes mafiosos como el famoso Sam Giancana, se gana la vida solucionando
problemas sin importancia, como por ejemplo la implicación de los hermanos
Kennedy en el suicidio de Marilyn Monroe. Pero tras salvar la vida de Sammy Davis
Jr. de un atentado por parte de un grupo racista blanco, se verá involucrado en
la investigación de una serie de ataques supremacistas contra los defensores de
la igualdad a raíz de la convocatoria, por Martin Luther King, de la “Marcha sobre
Washington por el trabajo y la libertad”.
Personajes: Eddie Bennett, mezcla
de detective y guardaespaldas, encargado de solucionar los “problemas” que a
menudo surgen en algunos casinos y garitos de Las Vegas, Janet Baker, joven y
preparada periodista, examante y buena amiga de Bennett, que se niega a
reconocer que está enamorado de ella, Jenkings, camarero pelirrojo de origen
judío, amigo, confidente y, en ocasiones, consejero de Bennett, Robert Launter,
agente del FBI, implicado al parecer en acciones no muy legales, Donald Emery,
superior de Launter, comprometido con los proyectos de la Administración
Kennedy para el avance de los derechos civiles, Warren
Steiger, magnate del petróleo amigo del vicepresidente Johnson, protector y
financiador de grupos que apoyan el ideal supremacista blanco, Luther Thomas, afroamericano
amigo de Bennet, antiguo músico de blues, propietario de un restaurante en pleno
“Sur Profundo” de los Estados Unidos. Personajes reales: Dean Martin, Frank
Sinatra, Sammy Davis jr.
Aspectos a Destacar: Javier Márquez recrea espléndidamente y con un bisturí de cirujano,
casi más afilado que un blues a medianoche, la década de los 60 en los Estados
Unidos, con sus costumbres, su modo de vida, sus luces y sus sombras, así como
la lucha que sostuvieron en esa época las minorías, sobre todo la aframericana,
por conquistar espacios de libertad y sus derechos civiles y políticos, todo
ello envuelto en una narración que no decae en ningún momento.
La Frase: Darle plomo a un malnacido es como darle un beso a una mujer bonita; el
crimen sería dejar pasar la oportunidad. Pero cada vez me costaba más soportar
todo aquel teatro de corrupción, conspiraciones y criminales intocables que
estaba imponiéndose con el avance del maldito siglo XX. Probablemente estaba
chapado a la antigua. Sí, lo reconozco, me gustaban los tiempos en los que uno
sabía a qué atenerse y se podía trazar una línea que dividía a los malos de los
buenos. Aunque esa línea, supongo, me cruzase a mí mismo por la mitad.