lunes, 16 de abril de 2018

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 662.-ANNA GRIMM, INVESTIGADORA CRIMINAL (MONTSE SANJUAN)

Título: ANNA GRIMM. INVESTIGADORA CRIMINAL
Título original: LA SERGENT ANNA GRIMM
Autora: MONTSE SANJUAN
Editorial: MILENIO
Trama: La tranquilidad de una pacífica ciudad como es Lleida se ve truncada cuando se descubre el cadáver de un hostelero que, al parecer, ni tenía enemigos ni estaba metido en ningún asunto turbio. Pero cuando aparecen más cadáveres la intranquilidad amenaza con convertirse en pánico, ante la posibilidad de que ande suelto un asesino en serie, lo que obligará a los policías encargados del caso a trabajar contra reloj sin estar seguros de si se trata de unos crímenes aislados o si, por el contrario, están de alguna manera relacionados entre sí.
Personajes: Anna Grimm, sargento de los Mossos d’Esquadra, fría y poco dada a exteriorizar sus sentimientos, obsesionada por la desaparición, hace más de un año, de su hermana menor, Xavier, farmacéutico del pueblo natal de Anna, novio de su hermana cuando ésta desapareció, que aún mantiene un estrecho contacto con la familia, Boades, subordinado de Anna, antiguo guardia civil que se reenganchó a los Mossos d’Esquadra y que, pese a su avanzada edad, acaba de ser padre, Pau y Mar, jóvenes agentes a las órdenes de Anna, trabajadores, entusiastas y animosos, Ernest y Fina, padres de Anna, el primero con problemas de salud, marcados también por la desaparición de su hija menor.
Aspectos a Destacar: El contraste entre un personaje torturado interiormente que parece salir sólo adelante gracias a su entrega al trabajo y un caso aparentemente complejo al que se dedica en cuerpo y alma sin que su situación personal le impida verlo claro y resolverlo, todo ello combinándolo con una historia en la que, sin estridencias, se habla de temas dolorosamente actuales.
La Frase: La ducha no fue el bálsamo que esperaba. Ojalá el jabón pudiera borrar el tiempo igual que una de aquellas gomas que utilizaba en la escuela. Lo intenté, pero no lo conseguí a pesar de frotarme tan fuerte como pude. Me hice daño. Necesitaba hacerme daño. Las lágrimas se confundieron con el agua que huía por el agujero de la bañera, pero esa noche eran más saladas y crueles que nunca.