lunes, 19 de abril de 2021

VERSIÓN ORIGINAL: DENTRO DE POCO, VUELVE GOIKO.

 


Había quedado con Goiko en una cafetería de Bilbao, pero el confinamiento perimetral de la ciudad nos obligó a olvidarnos de esa idea y finalmente acabamos hablando por videollamada. Casi mejor porque debido a ciertos detalles que enseguida contaré, no me apetecía encontrarme con él cara a cara.

El bueno de Mikel Goikoetxea parecía encontrarse en forma. Aunque como no llevaba mascarilla, porque me llamaba desde su despacho, pude comprobar que no se había afeitado, pese a que habitualmente es un tipo muy pulcro. Pero una de las consecuencias de la pandemia. Total, si por culpa de la mascarilla nadie sabe si te has afeitado o no, ¿para qué hacerlo? De todos modos no me llamaba para que le aconsejara sobre cómo mejorar estéticamente su aspecto personal así que, como solía acostumbrar, fue directamente al grano.


--Egun on, Abasolo. Me he enterado de que has vuelto a elegirme como protagonista de una de esas noveluchas que escribes cuando no tienes nada mejor que hacer.

Intentaba hacerse el duro, pero conmigo no le valía. Sabía de sobra que en el fondo estaba feliz con ser el personaje de varias de mis novelas. Incluso se enfadaba cuando elegía otros protagonistas, pero qué le vamos a hacer, si no encaja en la historia, pues no encaja. A pesar de ello, como a mis lectores, sorprendentemente, parecía caerles bien, no me había olvidado de él y le dije que sí.


--Creo que aparecerá en mayo. De todos modos, antes del verano ya volverás a estar en las librerías. Incluso nos daremos una vuelta por la Semana Negra de Gijón.

--Estupendo, me gusta mucho esa ciudad. Y, por cierto, ¿se puede saber cuál de mis casos has elegido en esta ocasión para novelarlo?

Vaya, hombre, la pregunta del millón. La pregunta que hubiera deseado no contestar, aunque era absurdo. No podía ocultárselo. Además, aunque lo hiciera, Goiko sabe leer así que en cuanto se publicara se enteraría. Por eso me sobrepuse y del modo más firme que pude le contesté.

--El de la chica asesinada en Laukariz, en la urbanización de La Bilbaína.

--¿Quéééééé? ¿Tú estás loco? Joder, Abasolo, es el único caso que no resolví cuando era ertzaina. No puedes hacerme eso.

--Tampoco exageres. No lo resolviste cuando eras ertzaina, pero sí más tarde, cuando eras detective.

--¿Más tarde? Lo dices como si nada. Claro que más tarde. Veinte años después, si te parece poco. Además, si cuentas cómo lo resolví, tendrás que contar…, tendrás que contar…

Como no acababa la frase lo hice yo por él.


--¿Lo de la película? Bueno, es que es inevitable. Entiéndelo, Goiko, sin eso no hay historia.

--Venga, hombre, eres capaz de escribir una buena novela. Qué digo una buena novela, una novela excelente sin necesidad de hablar de la película.

--Hacerme la pelota no te va a servir de nada, Goiko. Sin lo de la película no hay novela. Tú serás el detective, pero yo el escritor.

--Entonces, ¿va a aparecer lo de Alabama?

--¿Tú qué crees? Pues claro que va a aparecer. Es fundamental.

Goiko es un tío recio, fuerte, que no le teme a nada, pero de repente le vi palidecer. Aunque quizás tan sólo fue un efecto de la videocámara de su móvil.

--De todos modos --intenté tranquilizarle--, no te preocupes por la película, porque voy a escribir la VERSIÓN ORIGINAL, así que seguirás siendo el héroe de la historia.

--Sí, claro --se le notaba escéptico--, seguro. Más te vale porque si no me buscaré otro escritor para que transcriba mis historias. No sé, alguien como Jon Arretxe o Javier Sagastiberri, un tipo íntegro que no me traicione –fue lo último que me dijo, antes de cortar bruscamente la comunicación.

En fin, ya se le pasará. Le conozco de sobra y sé que está encantado de ser el protagonista de algunas de mis novelas y que quiere seguir siéndolo. Además, lo que le dije es cierto. La versión de su historia que aparecerá próximamente es la VERSIÓN ORIGINAL.

Y además, qué narices. Si tardó veinte años en resolver el caso no es culpa mía. Aunque eso no me atreví a decírselo a la cara. Yo solo soy un tranquilo escritor, no un duro detective como él.


 

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 813.-SÓLO UNA MUERTE EN LISBOA (ROBERT WILSON)


Título: SOLO UNA MUERTE EN LISBOA

Título original: A SMALL DEATH IN LISBON

Autor: ROBERT WILSON

Editorial: RBA

Colección: SERIE NEGRA.

Trama: II Guerra Mundial. Aunque en Portugal rige un régimen autoritario muy próximo al fascismo los alemanes, necesitados de wolframio para su maquinaria de guerra, desconfían del dictador Salazar debido a la tradicional anglofilia portuguesa y a que el dictador portugués más que por ideología se guía por sus propios intereses. Por eso enviarán a un joven y dinámico empresario, al que otorgarán un cargo dentro de las SS, para que se ocupe de las negociaciones y compras de tan necesario metal. Pero el empresario, con el tiempo, acabará afincándose en Portugal, hasta que en los años 90 el asesinato de una joven adolescente acabe por desenterrar historias que parecían olvidadas.

Personajes: Klaus Felsen, joven y mujeriego empresario alemán que sin ser muy proclive al nazismo acabará colaborando con él e integrándose en las SS por intereses personales, Lehrer, superior de Felsen en las SS, inteligente y que es capaz de anticipar lo que va a ocurrir en el futuro, Joaquim Abrantes, campesino portugués analfabeto aunque con una gran inteligencia natural, que sabe adaptarse a las necesidades de los contendientes en la guerra y prosperar gracias a ello, Eva Brücke, dueña de un cabaret berlinés y amante de Felsen, no muy amiga de los nazis, Zé Coelho, policía portugués, viudo, reflexivo e insistente aunque sus superiores le pongan pegas en su investigación, Carlos Pinto, joven compañero de Coelho, de ideas radicales, Manuel Abrantes, hijo pequeño de Joaquim Abrantes que llegó a ostentar un importante cargo en la PIDE, la policía política de la dictadura portuguesa en tiempos de Salazar.

Aspectos a Destacar: En un largo lapso de tiempo, que va desde la época de la II Guerra Mundial hasta la década de los 90, pasando por los años 60 y la Revolución de los Claveles, se nos narra la evolución tanto de Portugal como la adaptación a cada nueva situación de quienes siempre han detentado el poder así como de quienes han estado alejados de él.

La Frase: ¿Qué es lo que ha cambiado? Los ricos se hacen más ricos. Los enterados prosperan. Por supuesto, hay migajas. Pensamos que nos va mejor porque conducimos un Opel Corsa que nos cuesta el salario de toda una vida mantener mientras nuestros padres nos dan casa, comida y ropa. ¿Eso es progreso? No. Se llama “crédito”. ¿Y quién se beneficia del crédito?