domingo, 10 de junio de 2012

UN AGRADABLE E INESPERADO ENCUENTRO EN LA FERIA DEL LIBRO DE BILBAO


--De todos modos --continuó--, aquí casi todo el mundo piensa que los dueños decidieron cerrarlo antes de que se les adelantara el Ayuntamiento. Había habido muchas quejas por los ruidos, ya le he dicho, y porque de vez en cuando se producían peleas y se armaba un buen follón, así que algún concejal avispado decidió abrir un expediente de cierre del negocio, eso es lo que he oído decir. Un cliente que es abogado me dijo que no habría prosperado, pero eso a los concejales les da igual, ellos lo han intentado y eso es lo que ven los votantes, ¿Que luego un juez, como decía mi cliente, anula la orden de cierre? Pues da igual, el Ayuntamiento ya se ha lavado la cara y los que quedan como unos cabrones son los jueces.

Este pequeño párrafo pertenece a mi anterior novela, PÁJAROS SIN ALAS. Lo he reproducido al recordar un agradable encuentro que tuve ayer en la Feria del Libro de Bilbao, en el "stand" de Jakinbide, mientras firmaba ejemplares de mi último libro, LA LUZ MUERTA.
Una persona cuya cara no me era totalmente desconocida, pero a la que no supe identificar, me "recriminó" entre sonrisas que en la anterior novela le había puesto de pena. Como es lógico al principio me quedé sorprendido, hasta que me dijo que era Eduardo Maíz, el anterior concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Bilbao, actualmente concejal de Asuntos Sociales.
La verdad es que el rato en que estuvimos charlando fue muy agradable y tengo que reconocer que en estos tiempos en que por desgracia, ya que es absolutamente necesaria, la actividad de los políticos está desprestigiada, encontrarme con un político con auténtica bonhomía y sentido del humor (y para aviso de escépticos, a mi edad he aprendido a distinguir entre esos conceptos y la demagogia populista o electoral) me proporcionó uno de los momentos que con más cariño voy a recordar de la Feria.
Como político le juzgaré en su momento, como a los demás, por el resultado de su gestión, pero como persona me conquistó para la causa. Hombre, tal vez influyera un poquito, lo reconozco, que comprara un ejemplar de LA LUZ MUERTA (id tomando ejemplo, todos y todas), pero sólo un poquito. Además, supongo que eso significa o que le gustó PÁJAROS SIN ALAS o que deseaba darme una segunda oportunidad, y de bien nacidos es ser agradecidos.