LA NOVELA: Bellón es un buscavidas que sobrevive a base de
encargos, como retorcer el brazo a morosos o cobrar cincuenta euros el
revolcón. Un día entra en un chalet por una ventana y contempla una escena que
le hace desear que la ventana hubiera estado cerrada.
Da un pequeño golpe
callejero. Pero el fulano que ha organizado el golpe está relacionado con lo
que Bellón vio en aquel chalet. Así que todo se complica un poco. Bellón se
encuentra en medio de un fuego cruzado. Y se ha quedado sin pasta para un
chaleco antibalas.
Cuando uno vive en el filo
sabe que para llegar a viejo lo mejor es ser sordo, mudo y ciego. Pero durante
uno de sus encargos, Bellón ve algo que no debería. Y sabe que eso le traerá
complicaciones. La policía va tras él, y no serán los únicos. A su favor sólo
cuenta con todo lo que la calle le ha enseñado. Pronto los que le buscan
descubrirán que no pueden causar problemas a Bellón, porque Bellón es el
auténtico problema.
COMENTARIOS SOBRE EL AUTOR: No pasa nada, Mr. Ellroy: la mayoría de los
escritores patrios de Novela Negra al leer a Ibáñez sienten unos deseos de
encerrarse en casa y no salir. Su lenguaje —personal, verosímil, intransferible—
propicia que se te quede el polvo del arcén en la garganta. Que el sabor del
licor te abrase el estómago. Que te queme el deseo. No sólo sabe construir un
mundo sino que lo hace con palabras y escenarios, diálogos y renuncias que
parecen no deber nada a nadie. En fin, eternos ingredientes, mezclados,
servidos, jaleados y reventados por un tipo como Julián Ibáñez, escritor
tremendo. Ellroy ha tenido suerte. El Tajo no pasa por Los Ángeles (Carlos
Zanón)
Para muchos, la figura más
interesante y enigmática de la novela negra española (PIT II)
Ibáñez busca un camino
propio con el que construir una metáfora de un universo de solitarios y
perdedores presos en un mundo deshumanizado que alcanza por igual a las grandes
ciudades, a los núcleos portuarios o a los pequeños pueblos del interior. (LUIS MOTA)
EL AUTOR: Julián Ibáñez (Santander, 1940). Considerado
uno de los padres de la novela negra española junto a Andreu Martín y Juan
Madrid.
Autor de culto para los
mejores aficionados a la novela negra, quienes admiran sus personajes tallados
con cincel, versiones del mismo tipo duro y patético que no se preocupa más que
del presente, para cuyo retrato siguió el magisterio inicial del consejo de Chandler,
«analiza e imita».
Ganó en 2009 el prestigioso
premio L’H Confidencial con El baile ha terminado, y acaba de ser
nombrado autor del mes por la revista Prótesis. Ha sido miembro del jurado del
Premio Hammett.
Entre sus novelas de género
negro destacan La triple dama (1980), Mi nombre es Novoa (1986),
¿A ti dónde te entierro, hermano? (1994), Entre trago y
trago (2001), La miel y el cuchillo (2003), Que
siga el baile (2006), El invierno oscuro (2008), Perro
vagabundo (2009) o Giley (2010).
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