martes, 29 de marzo de 2016

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 562.-EL LORO CHINO (EARL DERR BIGGERS)



Título: EL LORO CHINO

Título original: THE CHINESSE PARROT

Autor: EARL DERR BIGGERS

Editorial: BRUGUERA

Trama: Una vieja amiga de un afamado joyero neoyorquino le encarga a éste que venda un valiosísimo collar que le pertenece, ya que se encuentra en una situación económica apurada. Pronto se realiza la transacción con un potentado neoyorquino, en términos muy favorables, pero cuando el comprador les pide que se lo entreguen en su rancho del desierto californiano, se despertarán los recelos del joyero, recelos aumentados al observarse que parece haber más gente interesada en el collar, por lo que encomendará la entrega a su propio hijo y a un policía hawaiano, también amigo de su cliente.

Personajes: Charlie Chan, policía hawaiano de origen chino, paciente, metódico y de gran inteligencia, Bob Eden, joven vivaz e intrépido, hijo del joyero que intermedió en la venta del collar, P. J. Madden, frío hombre de negocios norteamericano, cuya voluntad es ley, Martin Thorn, secretario de Maden, con el que no se lleva muy bien aunque, pese a ello, conserva su puesto y la confianza de su jefe, Paula Wendell, joven independiente que trabaja para la industria cinematográfica localizando exteriores, Will Holey, periodista neoyorquino “desterrado” en el desierto californiano por problemas de salud, pero que conserva el olfato de sus años en la Gran Manzana, Gamble, naturalista que es acogido en la finca de Madden, mientras se dedica al estudio de las ratas del desierto de cola larga.

Aspectos a Destacar: En una época en la que estaban de moda los personajes chinos y orientales, bien como antagonistas de los héroes anglosajones o, directamente, como los “malvados de la historia”, Earl Derr Bigers supo darle la vuelta a los estereotipos creando un policía chino de Honolulú (aunque en esta historia viaja a California) cuyo gran éxito de público le convirtió en un clásico de los años 30 del pasado siglo.

La Frase: la paciencia, dijo Chan, es una virtud preciosa. Durante muchos siglos los chinos han cultivado la paciencia como el jardinero cultiva sus flores. Los hombres blancos tienen tan paciencia como una cucaracha metida en una botella. ¿Qué método es el mejor?