Noticia aparecida en DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el 10 de julio de 2009. Redactor: David Mangana
Historia, leyenda, misterio, Vitoria... Son algunas de las claves de la primera novela de Pedro González de Viñaspre. El autor vitoriano, curtido en el relato breve, da el salto a la narración larga con Los espectros de la luz (Editorial Hiria), un trabajo que disecciona la Gasteiz contemporánea y el mito de los Reyes Magos, que entronca realidad palpitante y no menos atractivos ecos de mitología.
Dos líneas argumentales alimentan el trayecto literario de la novela, que parte en territorio alemán, concretamente en Colonia. Todo comienza con "la desaparición de una reliquia en la catedral y con la posterior búsqueda de ésta por parte de un guarda de seguridad". Este punto de partida entronca con Melchor, Gaspar y Baltasar, trío "sobre el que se ha escrito bastante, pero no tanto como yo pensaba". Enraizado en un trabajo documental riguroso -que trata de huir de referencias canónicas-, este apartado se mueve entre la ortodoxa visión religiosa y la leyenda, camina entre "raíces históricas y culturales, reivindicadas por diferentes culturas; no es solamente la historia de los magos que llegaron a Belén, de los que traen regalos a los niños".
En la otra cara del espejo, González de Viñaspre refleja su ciudad natal. Y lo hace situando su ficción en "una Vitoria contemporánea", la que recorrió con sus teclas, hasta hace cinco años, como periodista "de sucesos y tribunales". Este sustrato germina en una segunda trama que trata de desmontar la imagen estereotípica de Gasteiz. "Al hablar de la ciudad siempre funcionamos con lugares comunes, con tópicos, se habla siempre de la tradición, de los cuatro iconos que marcan a la ciudad".
El escritor ha intentado traducir desde su perspectiva literaria "una Vitoria mestiza, no la ciudad de curas y militares, la administrativa y de servicios, porque la realidad del día a día es muy distinta". Durante un año, Pedro ha convertido ese "gusanillo" que le llamaba a construir un trabajo "de más recorrido, más complejo", en una mariposa de vuelo amplio.
Premiado en el concurso de Fundación Santa María, prepara ya una segunda novela que viaja por su sexto capítulo. Y que también viaja en su temática por diferentes paisajes y prismas multiculturales. Con "querencia especial" por Umberto Eco -"padre ideológico del periodismo"- y otros autores como García Márquez, Vargas Llosa o Atxaga, su literatura se abre paso también desde el poso informativo, desde las influencias temáticas que ofrece el reporterismo o los artículos de opinión, "donde se resume, en pequeñas dosis, la realidad". La prensa ya no es su ámbito. "Siempre digo que estoy en la reserva; no me importaría volver, pero no me veo en la información diaria". La literatura es su camino, iluminado en esta curva concreta por Los espectros de la luz .
Historia, leyenda, misterio, Vitoria... Son algunas de las claves de la primera novela de Pedro González de Viñaspre. El autor vitoriano, curtido en el relato breve, da el salto a la narración larga con Los espectros de la luz (Editorial Hiria), un trabajo que disecciona la Gasteiz contemporánea y el mito de los Reyes Magos, que entronca realidad palpitante y no menos atractivos ecos de mitología.
Dos líneas argumentales alimentan el trayecto literario de la novela, que parte en territorio alemán, concretamente en Colonia. Todo comienza con "la desaparición de una reliquia en la catedral y con la posterior búsqueda de ésta por parte de un guarda de seguridad". Este punto de partida entronca con Melchor, Gaspar y Baltasar, trío "sobre el que se ha escrito bastante, pero no tanto como yo pensaba". Enraizado en un trabajo documental riguroso -que trata de huir de referencias canónicas-, este apartado se mueve entre la ortodoxa visión religiosa y la leyenda, camina entre "raíces históricas y culturales, reivindicadas por diferentes culturas; no es solamente la historia de los magos que llegaron a Belén, de los que traen regalos a los niños".
En la otra cara del espejo, González de Viñaspre refleja su ciudad natal. Y lo hace situando su ficción en "una Vitoria contemporánea", la que recorrió con sus teclas, hasta hace cinco años, como periodista "de sucesos y tribunales". Este sustrato germina en una segunda trama que trata de desmontar la imagen estereotípica de Gasteiz. "Al hablar de la ciudad siempre funcionamos con lugares comunes, con tópicos, se habla siempre de la tradición, de los cuatro iconos que marcan a la ciudad".
El escritor ha intentado traducir desde su perspectiva literaria "una Vitoria mestiza, no la ciudad de curas y militares, la administrativa y de servicios, porque la realidad del día a día es muy distinta". Durante un año, Pedro ha convertido ese "gusanillo" que le llamaba a construir un trabajo "de más recorrido, más complejo", en una mariposa de vuelo amplio.
Premiado en el concurso de Fundación Santa María, prepara ya una segunda novela que viaja por su sexto capítulo. Y que también viaja en su temática por diferentes paisajes y prismas multiculturales. Con "querencia especial" por Umberto Eco -"padre ideológico del periodismo"- y otros autores como García Márquez, Vargas Llosa o Atxaga, su literatura se abre paso también desde el poso informativo, desde las influencias temáticas que ofrece el reporterismo o los artículos de opinión, "donde se resume, en pequeñas dosis, la realidad". La prensa ya no es su ámbito. "Siempre digo que estoy en la reserva; no me importaría volver, pero no me veo en la información diaria". La literatura es su camino, iluminado en esta curva concreta por Los espectros de la luz .
Me ha parecido una novela muy interesante y novedosa en una ciudad como Vitoria. Para recomendar
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