LA NOVELA: Ana, periodista de profesión, muere en un atentado terrorista que tiene lugar en el Gran Bazar de Estambul, donde se halla realizando un reportaje sobre el Arte Otomano. El protagonista, Mateo Ulloa, marido de Ana y periodista como ella, es un ser sensible y contradictorio que sufre una profunda crisis tras la muerte de su mujer, ya que Mateo se culpa por no haber estado con ella, pues, a pesar de su insistencia, él opta por ir a navegar a Canarias con un amigo.
Tras dos años de condena, una condena que él mismo se ha impuesto, regresa a su ciudad donde ha aceptado un trabajo que le ofrecen en su viejo periódico. Durante esos dos años ha vivido en París, Lisboa, y Madrid, y su reputación profesional ha crecido; sin embargo en lo personal han sido tiempos muy duros.
Mateo, en su regreso, vuelve a recuperar el contacto con los amigos de antes y con sus antiguas aficiones; se vuelve a enamorar, cierra algunas puertas que quedaron abiertas y sobre todo vuelve a escribir con pasión. Trabaja en un reportaje sobre las rutas del dinero negro, un trabajo que le lleva a las puertas de la tragedia, se vuelca en una nueva novela y vive por fin sin remordimientos.
Pero las tres historias, la suya propia, la proveniente de los hechos que suceden como consecuencia de las investigaciones que realiza para el artículo y la historia de ficción de su novela, se dan cita en una encrucijada imposible. Y es entonces cuando descubre que la muerte de Ana no fue producto sólo de la casualidad, sino que responde a una cadena de hechos nada azarosos que él desconocía.
EL AUTOR: Agustín Mamolar es ingeniero industrial. Durante un largo periodo de su vida, su profesión le ha llevado a viajar constantemente. Ha visitado con asiduidad Marruecos, Francia, Estados Unidos de América, Argentina y Brasil. A estos países habría que añadir otros destinos que ha recorrido por curiosidad o por necesidades profesionales menos frecuentes.
En los viajes personales ha compatibilizado medios como la bicicleta, la marcha y el barco, con el coche, el avión o el tren para los desplazamientos largos.
Reside en Bilbao, aunque ha vivido temporalmente en Madrid y en Munich.
El autor ha hecho de la descripción y del retrato de los momentos y de las personas que le emocionaban unos valiosos compañeros de viaje. Fruto de esta relación con las palabras y sus observaciones, son los numerosos artículos que ha escrito.
Ha publicado con anterioridad otra novela titulada El infinito vertical.
Tras dos años de condena, una condena que él mismo se ha impuesto, regresa a su ciudad donde ha aceptado un trabajo que le ofrecen en su viejo periódico. Durante esos dos años ha vivido en París, Lisboa, y Madrid, y su reputación profesional ha crecido; sin embargo en lo personal han sido tiempos muy duros.
Mateo, en su regreso, vuelve a recuperar el contacto con los amigos de antes y con sus antiguas aficiones; se vuelve a enamorar, cierra algunas puertas que quedaron abiertas y sobre todo vuelve a escribir con pasión. Trabaja en un reportaje sobre las rutas del dinero negro, un trabajo que le lleva a las puertas de la tragedia, se vuelca en una nueva novela y vive por fin sin remordimientos.
Pero las tres historias, la suya propia, la proveniente de los hechos que suceden como consecuencia de las investigaciones que realiza para el artículo y la historia de ficción de su novela, se dan cita en una encrucijada imposible. Y es entonces cuando descubre que la muerte de Ana no fue producto sólo de la casualidad, sino que responde a una cadena de hechos nada azarosos que él desconocía.
EL AUTOR: Agustín Mamolar es ingeniero industrial. Durante un largo periodo de su vida, su profesión le ha llevado a viajar constantemente. Ha visitado con asiduidad Marruecos, Francia, Estados Unidos de América, Argentina y Brasil. A estos países habría que añadir otros destinos que ha recorrido por curiosidad o por necesidades profesionales menos frecuentes.
En los viajes personales ha compatibilizado medios como la bicicleta, la marcha y el barco, con el coche, el avión o el tren para los desplazamientos largos.
Reside en Bilbao, aunque ha vivido temporalmente en Madrid y en Munich.
El autor ha hecho de la descripción y del retrato de los momentos y de las personas que le emocionaban unos valiosos compañeros de viaje. Fruto de esta relación con las palabras y sus observaciones, son los numerosos artículos que ha escrito.
Ha publicado con anterioridad otra novela titulada El infinito vertical.
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