Para su segunda sinfonía, Karmele Jaio ha querido pararse a escuchar la melodía humana. El grito de la soledad, el susurro de la amistad. Mientras sus anteriores trabajos reproducen sus ediciones, acariciando incluso el celuloide, las páginas de Musika airean flotan ya contando su historia
- Su primera novela, Amaren eskuak, ha tenido un éxito tremebundo. ¿Cómo lo ha vivido?
- Lo he vivido con mucha tranquilidad, sin lanzar campanas al vuelo ni nada de eso. Muy contenta, porque es una novela que me ha dado muchas satisfacciones. Ayer mismo me decían desde la editorial que salía la edición número once en euskera. Y en castellano ha salido la cuarta. Acaba de publicarse la traducción al alemán, y hemos estado en Alemania presentándola, y además hay un proyecto para hacer una película.
- ¡Una película!
- Sí, se ha interesado una productora y la intención es realizar el guión a lo largo del año que viene. Lo escribiría yo junto a otra persona.
- El paso de una novela del euskera al castellano es habitual, pero del euskera al alemán... ese sí es otro gran paso.
- Sí. Y además hemos estado en la Feria de Fráncfort, hemos visto la dimensión de todo este negocio. Ha estado bien ver esa otra cara. Tú estás dedicada a escribir, a tus historias, y ves, de repente, en una feria de pabellones tremenda, cómo la gente compra los derechos, cómo negocian los agentes, los editores...
- La industria.
- Sí. Y lo que ha sido muy interesante de Alemania ha sido ver el interés de la gente por otras culturas, en este caso por lo que nosotros escribimos. Hemos estado haciendo lecturas tanto de mi libro como del de Harkaitz Cano, Pasaia blues, en alemán. Pero lecturas de páginas y páginas, y la gente escuchando, preguntando y muy interesada.
- ¿Leyó usted en alemán?
- No, no. Yo leía una parte en euskera, comentaba lo que quería decir de la novela y lo traducían. Luego las partes que leían en alemán eran muy largas. Me decía la traductora que la gente está acostumbrada a esas lecturas.
- ¿El hecho de que Amaren eskuak haya calado en la gente le ha dado seguridad para escribir?
- No lo sé. Me imagino que sí, pero creo que he seguido escribiendo igual que si no me hubiesen dado ese respaldo. Pero quieras o no siempre te da mucho ánimo y seguridad a la hora de ponerte a escribir otra cosa cuando alguien te dice oye, me ha gustado mucho tu novela. Y me imagino que ocurrirá lo contrario cuando alguien te dice no me ha gustado nada tu novela. Pues igual te hunde. Estamos en un terreno muy subjetivo. Cuando escribes algo no hay una manera de medir del uno al diez. Al final, el que escribe está un poco a la expectativa de lo que le digan después, y en eso somos muy vulnerables.
- Las únicas medidas objetivas son la tirada, las ventas, los premios...
- Tampoco. Puede que no vendas dos libros y sea una maravilla lo que has escrito. Creo que no hay manera de medirlo.
- Como no se puede medir la música en el aire. ¿De dónde surge su nueva novela, Musika airean?
- Lo de música en el aire es porque quería hablar de esa música propia de cada uno, que está en el aire, que nos persigue todo el día. Es una música que está compuesta por todas esas cosas que nos han ocurrido en la vida. A veces pensamos que cada mañana empezamos de cero, pero no. Llevamos detrás un carro de cosas. Somos nosotros y lo que nos ha pasado en la vida. Creemos que esas cosas las olvidamos, que no han marcado nada nuestra forma de ser, y, sin embargo, son como una vieja canción que crees que tienes olvidada y, de repente, ¡tan!, oyes una nota y te sabes la canción entera. ¿Cómo es posible que eso esté ahí? Por eso hablo también mucho del pasado. La protagonista es una mujer mayor, que vive sola, y buena parte del libro son sus pensamientos. Y hablo de que el pasado no es pasado, de que el pasado es presente. Todo lo que ocurre en el pasado tiene que ver con lo que tú eres hoy.
- ¿Cuál fue el punto de partida?
- Yo quería hablar de la soledad. Y por eso elegí también el personaje de una mujer mayor que no sale de casa. A medida que he ido escribiendo, me ha ocurrido que he acabado hablando de la amistad. Empiezo de esa herida que hace el estar sola, pero acabo hablando de la amistad, partiendo de una amistad de juventud que esta mujer tuvo. La novela, en ese sentido, hace preguntas como, por ejemplo, si somos capaces de mantener, una vez adultos, esa amistad pura de la niñez. O no.
- Parece lógico que, si hablaba de la soledad, surgiera su "antónimo".
- Sí. Y las músicas nuevas. Pensamos a veces que la vida no va a cambiar, que todo es siempre igual, sobre todo llegados a unas edades. Y, en este caso, una nueva música va a entrar al hogar de esta mujer cuando sus hijos deciden que una chica colombiana vaya a cuidarle. Un retrato, además, muy actual, de lo que pasa ahora, que ves muchas mujeres mayores con chicas que suelen ser suramericanas
- Decía hace poco Unai Elorriaga que en su nuevo libro ha querido dar un cambio de rumbo estilístico. ¿Sigue fiel a sus coordenadas?
- No hay un cambio pretendido, pero por supuesto que en cada nuevo libro vas cambiando muchas formas de escribir, sin darte cuenta. Yo escribo como la historia me pide escribir. Sí hay algo que tiene una similitud con Amaren eskuak, es la estructura, continuamente pasado-presente. Hay muchos flashes, como en el cine. Algo breve del pasado, vuelta al presente...
- Como insertos, a lo Hitchcock...
- Una entrada-salida de ésas. En eso sí puede ser parecido, y quizás incluso en éste hay más cortes que en Amaren eskuak. Hay mucho pensamiento de la protagonista y he querido cortar -porque el pensamiento es, un poco, inacción- esos momentos con acción, para no ralentizar demasiado.
- Segunda novela. Como el segundo disco, la segunda película, tras crear las expectativas con el primer trabajo siempre llega esa frase de "¡a ver qué hace en el segundo!"
- Siempre te preguntan, más teniendo en cuenta la buena acogida de la primera, a ver si tienes pánico escénico. La verdad es que no. He escrito, por lo menos conscientemente, sin pensar en esa circunstancia.
- ¿Cuánto tiempo le ha llevado captar esa música en el aire?
- Ha habido por el medio cortes por otros proyectos, pero unos dos años.
- ¿Y la ha compuesto poco a poco, línea a línea, o hace un vómito inicial que luego reconstruye?¿Cómo escribe Karmele Jaio?
- Soy muy de hacer una primera tirada muy rápida, de crear una estructura, aunque no la escriba muy bien, e ir adelantando, adelantando, adelantando, y luego reescribir, corregir, insertar...
- ¿Por qué ese primer arrebato? ¿Será que usted misma quiere saber ya el final de la historia?
- Quieres saber a dónde vas (risas). Siempre digo que hay dos maneras de escribir, una con la cabeza llena de preguntas y otra con la cabeza llena de respuestas. Hay gente que escribe llena de respuestas, que tiene un esquema clarísimo, que sabe exactamente lo que va a contar, cómo va a empezar, cómo va a terminar. Yo no soy así. Sí que sé lo que quiero contar, más o menos hacia dónde quiero ir y a dónde quiero llegar... pero tengo preguntas. Y lo que espero es, en el proceso de escritura, encontrar respuestas. Y al final las vas encontrando.
La presente entrevista ha sido publicada en el diario DEIA el 26 de octubre de 2009. Redactor: David Mangana
- Su primera novela, Amaren eskuak, ha tenido un éxito tremebundo. ¿Cómo lo ha vivido?
- Lo he vivido con mucha tranquilidad, sin lanzar campanas al vuelo ni nada de eso. Muy contenta, porque es una novela que me ha dado muchas satisfacciones. Ayer mismo me decían desde la editorial que salía la edición número once en euskera. Y en castellano ha salido la cuarta. Acaba de publicarse la traducción al alemán, y hemos estado en Alemania presentándola, y además hay un proyecto para hacer una película.
- ¡Una película!
- Sí, se ha interesado una productora y la intención es realizar el guión a lo largo del año que viene. Lo escribiría yo junto a otra persona.
- El paso de una novela del euskera al castellano es habitual, pero del euskera al alemán... ese sí es otro gran paso.
- Sí. Y además hemos estado en la Feria de Fráncfort, hemos visto la dimensión de todo este negocio. Ha estado bien ver esa otra cara. Tú estás dedicada a escribir, a tus historias, y ves, de repente, en una feria de pabellones tremenda, cómo la gente compra los derechos, cómo negocian los agentes, los editores...
- La industria.
- Sí. Y lo que ha sido muy interesante de Alemania ha sido ver el interés de la gente por otras culturas, en este caso por lo que nosotros escribimos. Hemos estado haciendo lecturas tanto de mi libro como del de Harkaitz Cano, Pasaia blues, en alemán. Pero lecturas de páginas y páginas, y la gente escuchando, preguntando y muy interesada.
- ¿Leyó usted en alemán?
- No, no. Yo leía una parte en euskera, comentaba lo que quería decir de la novela y lo traducían. Luego las partes que leían en alemán eran muy largas. Me decía la traductora que la gente está acostumbrada a esas lecturas.
- ¿El hecho de que Amaren eskuak haya calado en la gente le ha dado seguridad para escribir?
- No lo sé. Me imagino que sí, pero creo que he seguido escribiendo igual que si no me hubiesen dado ese respaldo. Pero quieras o no siempre te da mucho ánimo y seguridad a la hora de ponerte a escribir otra cosa cuando alguien te dice oye, me ha gustado mucho tu novela. Y me imagino que ocurrirá lo contrario cuando alguien te dice no me ha gustado nada tu novela. Pues igual te hunde. Estamos en un terreno muy subjetivo. Cuando escribes algo no hay una manera de medir del uno al diez. Al final, el que escribe está un poco a la expectativa de lo que le digan después, y en eso somos muy vulnerables.
- Las únicas medidas objetivas son la tirada, las ventas, los premios...
- Tampoco. Puede que no vendas dos libros y sea una maravilla lo que has escrito. Creo que no hay manera de medirlo.
- Como no se puede medir la música en el aire. ¿De dónde surge su nueva novela, Musika airean?
- Lo de música en el aire es porque quería hablar de esa música propia de cada uno, que está en el aire, que nos persigue todo el día. Es una música que está compuesta por todas esas cosas que nos han ocurrido en la vida. A veces pensamos que cada mañana empezamos de cero, pero no. Llevamos detrás un carro de cosas. Somos nosotros y lo que nos ha pasado en la vida. Creemos que esas cosas las olvidamos, que no han marcado nada nuestra forma de ser, y, sin embargo, son como una vieja canción que crees que tienes olvidada y, de repente, ¡tan!, oyes una nota y te sabes la canción entera. ¿Cómo es posible que eso esté ahí? Por eso hablo también mucho del pasado. La protagonista es una mujer mayor, que vive sola, y buena parte del libro son sus pensamientos. Y hablo de que el pasado no es pasado, de que el pasado es presente. Todo lo que ocurre en el pasado tiene que ver con lo que tú eres hoy.
- ¿Cuál fue el punto de partida?
- Yo quería hablar de la soledad. Y por eso elegí también el personaje de una mujer mayor que no sale de casa. A medida que he ido escribiendo, me ha ocurrido que he acabado hablando de la amistad. Empiezo de esa herida que hace el estar sola, pero acabo hablando de la amistad, partiendo de una amistad de juventud que esta mujer tuvo. La novela, en ese sentido, hace preguntas como, por ejemplo, si somos capaces de mantener, una vez adultos, esa amistad pura de la niñez. O no.
- Parece lógico que, si hablaba de la soledad, surgiera su "antónimo".
- Sí. Y las músicas nuevas. Pensamos a veces que la vida no va a cambiar, que todo es siempre igual, sobre todo llegados a unas edades. Y, en este caso, una nueva música va a entrar al hogar de esta mujer cuando sus hijos deciden que una chica colombiana vaya a cuidarle. Un retrato, además, muy actual, de lo que pasa ahora, que ves muchas mujeres mayores con chicas que suelen ser suramericanas
- Decía hace poco Unai Elorriaga que en su nuevo libro ha querido dar un cambio de rumbo estilístico. ¿Sigue fiel a sus coordenadas?
- No hay un cambio pretendido, pero por supuesto que en cada nuevo libro vas cambiando muchas formas de escribir, sin darte cuenta. Yo escribo como la historia me pide escribir. Sí hay algo que tiene una similitud con Amaren eskuak, es la estructura, continuamente pasado-presente. Hay muchos flashes, como en el cine. Algo breve del pasado, vuelta al presente...
- Como insertos, a lo Hitchcock...
- Una entrada-salida de ésas. En eso sí puede ser parecido, y quizás incluso en éste hay más cortes que en Amaren eskuak. Hay mucho pensamiento de la protagonista y he querido cortar -porque el pensamiento es, un poco, inacción- esos momentos con acción, para no ralentizar demasiado.
- Segunda novela. Como el segundo disco, la segunda película, tras crear las expectativas con el primer trabajo siempre llega esa frase de "¡a ver qué hace en el segundo!"
- Siempre te preguntan, más teniendo en cuenta la buena acogida de la primera, a ver si tienes pánico escénico. La verdad es que no. He escrito, por lo menos conscientemente, sin pensar en esa circunstancia.
- ¿Cuánto tiempo le ha llevado captar esa música en el aire?
- Ha habido por el medio cortes por otros proyectos, pero unos dos años.
- ¿Y la ha compuesto poco a poco, línea a línea, o hace un vómito inicial que luego reconstruye?¿Cómo escribe Karmele Jaio?
- Soy muy de hacer una primera tirada muy rápida, de crear una estructura, aunque no la escriba muy bien, e ir adelantando, adelantando, adelantando, y luego reescribir, corregir, insertar...
- ¿Por qué ese primer arrebato? ¿Será que usted misma quiere saber ya el final de la historia?
- Quieres saber a dónde vas (risas). Siempre digo que hay dos maneras de escribir, una con la cabeza llena de preguntas y otra con la cabeza llena de respuestas. Hay gente que escribe llena de respuestas, que tiene un esquema clarísimo, que sabe exactamente lo que va a contar, cómo va a empezar, cómo va a terminar. Yo no soy así. Sí que sé lo que quiero contar, más o menos hacia dónde quiero ir y a dónde quiero llegar... pero tengo preguntas. Y lo que espero es, en el proceso de escritura, encontrar respuestas. Y al final las vas encontrando.
La presente entrevista ha sido publicada en el diario DEIA el 26 de octubre de 2009. Redactor: David Mangana
Escritora más que recomendable. Un estilo de escritura que cala hondo. Hace que sensaciones y sentimientos afloren de una manera muy especial. Magistral.He leido sus anteriores libros y en cuanto pueda leeré Musika airean.Mikel R.
ResponderEliminarD.B.H.Ko 4.mailako ikasleak gara eta euskerako klasean, liburu hau irakurtzeko aukera eman digute, eta haren lan bat egin ondoren, gure iritzia blog batean jartzea erabaki dugu.
ResponderEliminarLiburu hau gomendatuko genuke, oso ulertzeko erraza iruditu zaigulako eta interesgarria egin zaigulako.Liburu honetan agertutako historioa, errealita da, eta egoeran sartzea oso erraza da; ere, subjetibitatea-ardatz duen eleberria da, eta protagonistaren sentimenduak, pentsamenduak eta ezinegonak jakin ahal ditugu, horregatik, pertsonaiak oso ondo ezagutu ahal ditugu.
Pena bat da, Santi eta Isidrori erreferentzia askorik ez egin, zeren eta, asko gustatuko litzaigukelako haren pentsamenduak eta ikusteko puntua jakitea
Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús-ko 4.DBH-ko hiru ikasle gara.Ikastetxean gomendatu digute Karmele Jaio-ren liburu batzuk eta guk aukeratu duguna izan da MUSIKA AIREAN.
ResponderEliminarHorri buruz lan bat egin behar izan dugu, analisi bat egiten, pertsonaiak aztertzen eta gure iritzi kritikoa ematen.
Guri asko gustatu zaigu. Espero genuena baino askoz hobeagoa izan da. Askotariko gaiak agertzen dira eleberri honetan: adiskidetasuna, familiarekiko harremanak, jeloskortasuna, maitemintzeak... Gai hauek oso erakargarriak izan dira, batez ere, Carmen haurdun geratzen denean eta bere semearen aita nor den jakingurarekin geratzen garenean, eta amaieran, pertsonaiek bere bizitza nola jarraitzen duten jakinahiarekin geratzen gara...
Gure ustez, adin guztietarako liburua da eta edonori gomendatzen diegu.
N.A.M.
Eskerrik asko blog honetan zuen iritzia jartzeagatik.
ResponderEliminarKaixo, Azpeitiko Udal Euskaltegiko ikaslea naiz. Klasean, Amaren eskuak liburua irakurri dugu, eta asko gustatu zait, beno egia esan ikalse gehienei asko gustatu zaigu. Horren ondorioz, udako oporretan Musika airean irakurtzea erabaki dut.
ResponderEliminarUda pasa eta gero, esango dizuet ea gustatu zaidan.
Polita baino politagoa. Benetan izugarria.
ResponderEliminarZorionak Karmele Jaio, eskainitako lanarengatik! :)