jueves, 8 de septiembre de 2011

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 291.-EL VALLE DE LAS SOMBRAS (JERÓNIMO TRISTANTE)


Título: EL VALLE DE LAS SOMBRAS
Autor: JERÓNIMO TRISTANTE
Editorial: PLAZA Y JANÉS
Trama: Un antiguo oficial del Ejército Nacional es destinado al Valle de los Caídos, en la época de su construcción, para averiguar quién está desviando suministros para su propio beneficio. Mientras está allí es asesinado uno de los reclusos que trabajaba en la construcción. Pese a que la vida de un prisionero no tiene allí el menor valor, accede a investigar su muerte a instancias de un antiguo policía republicano, del que admira tanto su profesionalidad como su valor, lo que pondrá en peligro a ambos, tanto por motivos políticos como de otra índole.
Personajes: Roberto Alemán, implacable oficial de las fuerzas franquistas, azote de rojos motivado por el odio que sentía hacia quienes exterminaron a su familia, Juan Antonio Tornell, policía condecorado por la República, que incluso en un campo de prisioneros no puede evitar mirar lo que ocurre con ojos de policía, Higinio, líder de la célula comunista del Valle de los Caídos, que presiona a Tornell para que se ponga a sus órdenes, el general Enríquez, amigo y protector de Roberto Alemán, Licerán, capataz de un grupo de obreros que trabaja en el valle, amigo de Tornell, Baldomero Sáez, dirigente falangista acomplejado porque debido a su obesidad no luchó en el frente y quiere compensar esa omisión con su crueldad contra los rojos.
Aspectos a Destacar: Dentro de la sordidez de una posguerra más implacable contra los vencidos que la propia guerra y con las claves de una novela negra utilizadas brillantemente, Tristante es capaz de ofrecernos un canto a la amistad y a la reconciliación, a la esperanza en suma, por encima de rivalidades ideológicas y políticas.
La Frase: ¿Y las alambradas? No hay, contestó el antiguo sargento como riéndose de él. Así ahorran dinero. ¿Y no tienen miedo de que la gente se fugue? ¿Adónde íbamos a ir?, repuso muy serio el cantero. Y tenía razón. A aquello habían llegado: a ser domesticados, sometidos.

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