Título: EL ESTANQUE EN SILENCIO
Título
original: THE SILENT POOL
Autor: PATRICIA WENTWORTH
Editorial: BRUGUERA
Trama: Una anciana actriz retirada sospecha que
está sufriendo una serie de atentados dirigidos a acabar con su vida, por lo
que pide consejo a una mujer detective de mediana edad. Pero antes de que ésta
pueda actuar, en una fiesta fallece en extrañas circunstancias una amiga de la
actriz y, pese a parecer que ha sufrido un accidente, el posterior asesinato de
una ahijada suya la hará pensar que quizás, después de todo, no estuviese tan
"paranoica" cuando empezó a incubar esas sospechas.
Personajes: Maud Silver, exinstitutriz que,
tras retirarse, trabaja como detective, valiéndose de su conocimiento de las
personas y de que su propia personalidad, la de una mujer madura que está
constantemente haciendo punto, no despierta recelos entra la gente, Adriana
Ford, anciana estrella de los escenarios, de fuerte personalidad y matriarca
indiscutible de su familia, Meriel Ford, joven inestable, soñadora e
inconstante, que fue recogida por Adriana cuando se quedó huérfana, Geoffrey
Ford, sobrino de Adriana, apuesto y poco amigo del trabajo, aunque mucho del
género femenino, Edna Ford, mujer anodina, esposa de Geoffrey, aunque nadie se
explica el motivo de que se casaran, Ninian Rutherford, sobrino de Adriana
(Rutherford es el auténtico apellido familiar), simpático y atrevido, escritor,
que está enamorado de Janet Johnstone, amiga de la familia, toda ella sensatez
y sentido común, Esmé Trent, joven viuda madre de un hijo pequeño al que
descuida, ya que sólo se preocupa de sí misma, amante de Geoffrey, Ellie Page,
joven soñadora, profesora de la escuela parroquial, enamorada también de
Geoffrey.
Aspectos a Destacar: La descripción de un ambiente en
el que pese a pulular personas de diferentes modos de vivir y actitudes ante la
vida, no deja de ser cerrado y asfixiante, así como el ritmo pausado de la casi
inexistente (debido a la personalidad de la detective protagonista)
investigación, que sin embargo va creciendo paulatinamente, de un modo
sosegado, hasta el inevitable (y tal vez esperado) desenlace.
La Frase: Nosotros llegamos después del crimen y
ponemos a todo el mundo en un estado de nerviosismo. Puede que eso obligue a
confesar a una persona culpable, pero también hace que las personas inocentes
actúen como si fueran culpables, especialmente en un caso de asesinato. Es
asombroso la cantidad de veces que nos encontramos con personas que desean
ocultar algo. Las investigamos, y ellas no hacen más que tratar de protegerse.
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