LA
NOVELA: Una vez más, Craig Russell nos transporta a ese Glasgow de
la década de los 50 que ha convertido, gracias a su detective privado Lennox,
en un referente indiscutible para la escena negrocriminal europea. Y lo hace
con una novela, El sueño oscuro y profundo, que la crítica
internacional ha señalado como la mejor entrega de la serie Lennox.
Razones no faltan para semejante calificativo.
El
sueño oscuro y profundo arranca con una de las mejores escenas de la
literatura negra contemporánea. Joe "Gentleman" Strachan, uno
de los ladrones locales más importantes de la década de los 30, lleva dieciocho
años sumido en un oscuro y profundo sueño, un sueño que no es otro que el de la
muerte. Sus restos mortales han aparecido en las profundidades del río Clyde,
cuando todo el mundo pensaba que había abandonado la ciudad tras capitanear, en
1938, el robo más importante de la historia de Glasgow, el de la Exposición
Imperio, con el que consiguió embolsarse nada más y nada menos que 50.000
libras. La aparición de su cadáver hará que el pasado más reciente de una de
las ciudades más húmeda de Europa regrese a las calles, y más de uno habría
preferido que ese delincuente hubiera seguido bien muerto.
“Cuando un cráneo y un enredo de
huesos, acompañados de algunos andrajos y una pitillera de oro, fueron izados
de las turbias aguas por una cinta transportadora a la superficie del Clyde,
bien pudo decirse que se había dragado literalmente el pasado. Un pasado que
mejor habría sido dejar donde estaba.”
Pero
ahora estamos en septiembre de 1955 y la ciudad se recupera del verano más
caluroso de su reciente historia. El detective privado Lennox está en su
despacho de Gordon Street, ocupado en tres casos de divorcio y una separación,
así como responsabilizándose del transporte semanal de las nóminas de uno de
los astilleros. Continúa codeándose con el agente de policía Jock Ferguson –que
le ha echado más de un mano en las entregas anteriores de la serie Lennox- y
también sigue tratándose de alejar de los bajos fondos controlados por ese
triunvirato de delincuentes –también presentes en la serie- conocidos como los
Tres Reyes: Cohen, Murphy y Sneddon. La investigación sobre el asesinato de Joe
"Gentleman" Strachan hará que las sospechas recaigan, de
nuevo, sobre este trío de mafiosos, puesto que es un secreto a voces que, si el
muerto no hubiera desaparecido de la escena criminal, probablemente él sería
quien controlaría el cotarro criminal de la ciudad.
Sin
embargo, el caso de la muerte de Strachan no se resolverá de un modo sencillo.
Desde el mismo día de su desaparición, sus hijas, dos gemelas casadas con un
par de hombres que tampoco son de fiar, reciben cada año un sobre con mil
libras. El envío llega, precisamente, en el aniversario de la desaparición de
su padre, circunstancia tan extraña que, sumada a otras pistas, hará sospechar
a Lennox que tal vez el cadáver del río Clyde no sea realmente el del ladrón.
Pero, en tal caso, ¿quién es el muerto?, ¿dónde está el auténtico Strachan?,
¿por qué hay tanta gente interesada en que el detective deje de investigar su
desaparición?, ¿qué oculta ese comisario Willie McNab que juró vengarse del
ladrón que, supuestamente, mató a otro agente de policía durante su huida tras
el gran robo?, ¿quiénes eran los cuatro cómplices con los que Joe "Gentleman"
cometió el robo?...
Paralelamente,
Lennox se hará cargo de otro caso que, aun cuando no parezca tan intrigante
como el anterior, también tiene sus ramificaciones. Un famoso actor
norteamericano, John Macready, ha sido fotografiado en actitudes sodomitas con
el heredero del ducado de Strathlorne y un fotógrafo aspirante a actor, un tal
Paul Downey, le está amenazando con sacar las imágenes a la luz si no le pagan
una importante cantidad de dinero.
“Su padre es uno de los grandes duques de
Escocia. Y primo (Dios sabe en qué grado) de la reina. La madre de la reina es
escocesa, ¿entiende? Lo cual lo convierte a él, aunque sea muy abajo en la
línea de sucesión, en un miembro menor de la familia real. La realeza es muy
importante aquí, señor Macready. Es simbólica.”
Con
estos elementos construye Craig Russell una novela que se lee en una
exhalación y que, sin lugar a dudas, supone una cumbre en la serie de novelas
negras protagonizadas por el detective Lennox, un personaje caracterizado por
sus esfuerzos por abandonar el lado turbio de la vida y por los traumas
adquiridos durante su intervención en la Segunda Guerra Mundial, y que
contrasta con ese otro personaje de novela negra también creado por el autor,
Jan Fabel, un agente de policía de Hamburgo con una vida más ordenada y con un
trabajo también más ordenado.
EL
PERSONAJE: Lennox, un exsoldado que participó en la Segunda Guerra Mundial,
nació en Glasgow, pero se crió en la costa este de Canadá. Sus padres eran
ricos, vivían en una mansión decimonónica y llevaron a su hijo a los mejores
colegios. Pero el conflicto bélico europeo cambió la vida de ese chico, y su
cuerpo y su alma quedaron tan llenos de cicatrices que, al término de la
contienda, decidió no regresar al continente americano e instalarse a vivir en
su ciudad natal, donde trata de sobrevivir como detective privado.
“Uno puede traerse de la guerra cosas muy diversas. Muchos hombres
volvieron con enfermedades venéreas contagiadas por las putas de Alemania o de
Extremo Oriente, que transmitieron a su vez (sin cobrar) a sus fieles esposas.
Otros regresaron con una colección de trofeos robados a los cadáveres. Yo volví
con un temperamento explosivo y una tendencia a expresarme con elocuente
brutalidad física (…). Así, mientras que Sherlock Holmes había utilizado el
intelecto y una gorra de cazador de ciervos para resolver sus casos, yo había
empleado más bien los músculos y una cachiporra flexible. Y para ser franco,
había llegado a disfrutarlo un poquito más de la cuenta y quería alejarme de
ello.”
Así
pues, estamos en la década de los 50 y Glasgow es una ciudad oscura, húmeda y
pobre. Cuando Lennox llega a la ciudad, en 1953, tiene 35 años, mide 1,80
metros y ha abierto una oficina como detective privado en la calle Gordon.
Desde allí trabaja en casos de poca monta -desapariciones, robos y divorcios-,
y por las noches se instala en el bar Rosead, donde ocasionalmente invita a un
trago a su mejor amigo, el agente de policía Jock Fergusson.
Pero
ya en las primeras entregas de la serie aparecen tres individuos que le
tentarán constantemente con el lado salvaje de la vida. Son los Tres Reyes
(Sneddon, Cohen el guapo y Martillo Murphy), un triunvirato de capos de la
delincuencia que controlan los bajos fondos de Glasgow y que siempre parecen
estar relacionados con los crímenes que el detective tiene que investigar.
Afortunadamente, a medida que pasan los años –y las novelas-, Lennox va
distanciándose de esta mafia y se esfuerza por encarrilar su trabajo hacia un
mundo donde no abunden los delincuentes.
En
cuanto a su personalidad, Lennox es un hombre duro. La guerra ha ensombrecido
su carácter, su relación con las mujeres no es precisamente cariñosa, sus
noches en los bares hacen que a menudo le dé demasiadas vueltas a la cabeza. En
definitiva, tiene los rasgos propios del mejor Marlow, aun cuando se diferencia
de dicho personaje en que él pretende mejorar como persona y en que sus casos
siempre están revestidos de una fina capa de humor.
“Una curiosa característica de mi personalidad
era mi inclinación a vestir con elegancia. Siempre compraba la ropa de mejor
calidad que podía permitirme con mis ingresos. Y a menudo, prendas que no podía
permitirme.”
LA
SERIE LENNOX: Lennox: Una guerra para dominar las calles de Glasgow
durante la década de los 50. Y este ambiente delictivo acabará con Lennox
investigando el asesinato de dos hermanos con ínfulas de jefecillos. Los Tres
Reyes, tres jefes de los bajos fondos que se reparten el control del crimen
local, quieren saber qué ha ocurrido y, para descubrirlo, Lennox tendrá que
adentrarse en los ambientes más turbios de la ciudad.
El
beso de Glasgow: Un corredor de apuestas ilegales y criador de galgos
aparece con la cabeza machacada en su estudio. Mientras se producía el crimen,
Lennox estaba en la cama con la hija del muerto, así que tiene una coartada
irrefutable. La investigación apunta hacia uno de los Tres Reyes, el trío de
delincuentes que controlan los bajos fondos de Glasgow, y hacia un boxeador a
quien alguien está amenazando de muerte.
Dead
Men and Broken Hearts (todavía inédito en España): Lennox se esfuerza
para levantar su negocio y su economía parece mejorar cuando una mujer le pide
que investigue a su marido. Al principio, todo parece un caso de infidelidad
conyugal, pero el asunto se complicará cuando un hombre aparezca muerto y
cuando, una vez más, los Tres Reyes parezcan tener mucho que ocultar.
EL
AUTOR: Craig Russell nació en
Fife, Escocia, y ha trabajado como agente de policía, corrector de textos en
una agencia de publicidad y director creativo. Es autor de la exitosa serie que
protagoniza Jan Fabel, ambientada en Hamburgo, y de la que ya ha publicado
cinco novelas: Muerte en Hamburgo, Cuento de muerte,
Resurrección, El señor del Carnaval y La
venganza de la Valquiria.
En
2007, se le concedió el prestigioso premio Polizeistern (Estrella de la
policía) que concede la Policía de Hamburgo y ha sido el único autor extranjero
en recibir este galardón. También fue finalista del CWA Duncan Lawrie Golden
Dagger, la más importante distinción del mundo para escritores de serie negra,
así como el SNCF Prix Polar en Francia.
El
sueño oscuro y profundo es la tercera novela, tras Lennox
y El beso de Glasgow, de la serie negra protagonizada por el
detective Lennox.