Una central nuclear
abandonada que nunca llegó a entrar en funcionamiento pese a estar finalizada
su construcción se levanta altiva en uno de los lugares más recónditos de la
costa vasca. Cercana a la misma la localidad de Armintza a donde acude el
periodista Martín Alustiza para pasar unos días de buceo y relax. Sin embargo,
durante su estancia, la muerte "accidental" de un viejo marino dará
paso a una investigación que transformará la tranquilidad aparente en un
interminable reguero de cadáveres producto de la codicia humana.
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