Comienzan las vacaciones y seguimos esperando a Libranda. Es decir, llega el 1 de julio y los lectores digitales siguen sin poder descargarse novela alguna de editoriales como Acantilado, Alfaguara, Anagrama, Caballo de Troya, Destino, Espasa, Maeva, Minotauro, Planeta, Mondadori, Siruela, Salamandra o Seix Barral, por citar tan sólo algunas.
En España, el lector de e-readers se irá, por tanto, casi huérfano a la playa o a la montaña. O, visto lo visto, se quedará en casa rodeado de libros en papel y el iPad, el iLiad, el Papyre o el dispositivo que haya adquirido apenas sin estrenar con novedades. Claro, al menos, que con la sequía haya buscado en el lado oscuro de la legalidad, donde la oferta es más pujante. Pero con erratas.
Esto significa que, de momento, el lector de e-books no podrá llevarse novedades, como se las prometía, para sus lecturas de verano. Y, sondeado a fondo una treintena de librerías digitales -desde El Corte Inglés a la más especializada E-Leer- tendrá que recurrir a breves clásicos o a apostar por autores desconocidos y, en la mayoría de los casos, autoeditados.
Con excepciones, por supuesto, RBA y su fantástica "Serie negra" está ya disponible en formato e-Pub, el que va en camino de ganar la batalla multiformato. Por ejemplo, las seis novelas de la serie "Berlin noir", del gran Philip Kerr, incluida la última entrega, "Si los muertos no resucitan" (RBA, 15,50 euros). Una magnífica oportunidad, eso sí, a precio prácticamente de papel, para descubrir al detective Bernie Gunther.
Otra opción es Craig Russel ("Muerte en Hamburgo", Roca y Atril, 15,00 euros), un título de 2005 con el Hauptkommissar Jan Fabel -seguimos en la novela negra nazi; en los últimos tiempos subgénero en boga- o recurrir al siempre seguro Francisco González Ledesma, por ejemplo, con la reedición de su fantástica "La dama de Cachemira" (RBA, 15,95 euros), incluso a los más jóvenes Miguel Aranguren("La sangre del pelícano", LibrosLibres, 8,80 euros) y Marc Pastor ("La mala mujer", RBA, 11,50 euros).
La novela negra también triunfa. Aunque sea reeditando relatos conocidos, desde clásicos como "Los crímenes de la rue Morgue" (Mobipcket, 2,96 euros) y "El sabueso de Baskerville" (Leer-e, 3,94 euros), de Edgar Allan Poe, a "Su último saludo desde el escenario" (Leer-e, 2,36 euros), de Arthur Conan Doyle, o ?La sabiduría del padre Brown? (Leer-e, 2,36 euros), de G.K. Chesterton . Eso sí, al menos, también podrá encontrarse con algunas novelas relativamente recientes, como las de José Javier Abasolo, por ejemplo, "Nadie es inocente" (Leer-e, 3,54 euros).
Claro que también, al menos, se pueden encontrar otro tipo de lecturas, aunque siempre editadas años atrás, como los relatos de "El futbol a sol y sombra" (Siglo XXI, 9,95 euros), de Eduardo Galeano, autor del que prácticamente es posible comprar todos sus libros en formato electrónico. De la sequía habla que web como elcorteingles.es ofrezca tan solo 1167 títulos bajo el epígrafe de "Literatura" en estos formatos digitales, desde PDF a Mobipocket.
En Todoebook.es, www.Biblioandalucia.com o Bubok.es hay más varidedad, sin duda, aunque especialmente en esta última, dedicada originariamente a la autoedición, hay que buscar con paciencia, quizás con demasiada. Quizás sea preferible acudir al librero de siempre, como la versión digital de la librería Cervantes de Oviedo (www.e-cervantes.com), que será una de las primeras en poner a la venta la oferta digital de Libranda, distribuidora digital impulsada por los grupos Planeta, Santillana y Random House Mondadori, que promete poner en el mercado tres mil títulos en seis meses.
Mientras tanto, en la sequía generalizada, se avanza capítulos y libros gratuitos, práctica extendida por otra parte en casi todas las e-librerías, aunque tampoco da para mucho en donde elegir. Pagando, apenas "El escarabajo de oro y otros relatos", de Poe (Everest, 9,95 euros) o Vacaciones de invierno (Editorial MAD-Paréntesis, 9,10 euros), novela del poeta José Manuel Benítez Ariza. Y mucho título de autor desconocido, autoayuda o váyase a saber qué.
Los editores, pequeños o grandes, olvidan que en este formato, a falta de la posibilidad de hojear las novelas, su información debe ser mayor que en papel. Algunas, especialmente las grandes, lo resuelven con primeros capítulos gratis. Es una buena opción que debería extenderse. Comprar a ciegas a nadie le gusta. Y si son títulos y autores desconocidos, menos.
Eso sí, quizás los más afortunados son los seguidores de la novela rosa, con algo más de oferta, con buena parte del catálogo de Harlequín, a precio y formato casi de kiosko. O como sea su equivalente.
Los catálogos digitales, fanfarrias y oropeles, son, ahora mismo con el primer gran verano de los e-books, sonrojante. Siempre queda leer en inglés y acudir a Amazon.com (incluso con algunos títulos en castellano). Luego, los editores se quejan de que la piratería asoma en el horizonte del libro digital. Paralelamente, un muestreo somero realizado por Elecodiario.es da con versiones de novedades en diversos formatos digitales, sin duda escaneado por los propios lectores, y puesto a disposición en descarga directa y gratuita. Una ilegalidad manifiesta, que crece en la red a falta de cualquier otra cosa.
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