Ese fue el grito que hace más de doscientos años el cura Hidalgo y miles de mexicanos enarbolaron para proclamar la independencia de México. Mañana, doscientos años y un día después de aquel grito queremos convocarles a la primera presentación del curso: el libro que Gregorio León ha bienimaginado sobre lo que pudo ser El último secreto de Frida K., que Algaida acaba de editar. Y es la excusa para brindar con tequila, para reencontrarnos, para hablar de México, de rancheras y corridos (nos gustan más los de la Revolución que los narcocorridos), de las buenas novelas y si Kafka sería o no un pinche escritor costumbrista de haber nacido en México.
Por supuesto si desean un libro dedicado por Gregorio León, les pedimos que nos digan a nombre de quién, antes del mediodía de mañana jueves.
Nos gusta mucho las nuevas portadas de Alba editorial. Para ayudar al lector, señala claramente, sin equívoco posible, la pertenencia del libro a un género: Novela Negra.
Nos cuenta una lectora recién llegada de Londres que en alguna conocida librería el libro de memorias de Tony Blair, se encuentra en la sección de True Crime, es decir, Crímenes Reales. Recordarles que la película de Polanski estaba muy bien, pero que la novela de la que parte, El poder en la sombra, de Robert Harris, es aún mejor.
Más cine. Imposible de explicar y de llenar el vacío que nos deja la desaparición de Claude Chabrol. Recuperen La ceremonia, casi tan buena, como la novela original: Juicio de piedra, de Ruth Rendell.
Este verano nos dejó tambien Bruno Cremer. En todas las reseñas se hablaba de su interpretación del Comisario Maigret en una serie francesa de televisión. Nadie mencionaba uno de nuestros recuerdos, su participación en Fanny Pelopaja, la imaginativa adaptación que Aranda hizo de la excelente, imprescindible su lectura, Protésis de Andreu Martín.
Que sepamos ninguna televisión en España ha pasado las distintas series televisivas que en Italia, Francia, Gran Bretaña han dedicado a Maigret. Sería raro que alguna cadena prefiriera la mirada lúcida y entrañable de Simenon al griterio irracional de las Velenes Hesteban de turno.
¡Qué vergüenza y que tristeza que todo Maigret esté descatalogado¡
Nuestra recomendación: Una pequeña joya, una gran novela de apenas 149 páginas. Las tres balas de Boris Bardin, de Milo J. Krmpotic. Pocas páginas pero en ellas encontramos el eco de Jim Thompson, de esa excelente novela que es Bosque de Dal Massetto, con algún efluvio de Cormac MacCarthy, de la fatalidad del Anderson de Son Ladrones como nosotros, del mejor Guillermo Orsi, el de las primeras partes. Si creen que exageramos, la leen, y lo discutimos.
En una pequeña ciudad de la Argentina de finales de los años 1980, los hermanos Bardin intentan sobrevivir al peso del pasado, a la hiperinflación presente y al escaso futuro de cada uno de los proyectos que emprenden. Boris sueña con vengarse del criminal que de tres balazos lo incapacitó para seguir siendo policía. Iván responde a los malos trabajos con peores ideas. Y Aleksandar ve cómo su matrimonio ha entrado en un callejón sin salida. La llegada de un agente enviado desde la capital para investigar el robo de un furgón blindado alterará definitivamente su existencia.
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