CATÁSTROFES: Las catástrofes -naturales o no- no se presentan poco a poco como una inundación, sino que sobrevienen inesperadamente... sobre todo si las narra Patricia Highsmith. Con su prosa precisa y afilada, la gran escritora de suspense presenta en este libro una inquietante selección de modernos relatos de terror aderezados con su habitual humor negro -y algo salvaje-; unos relatos cuyos personajes permanecerán en nuestro recuerdo inexorablemente.
Desde los reveladores olores de Nabuti, hasta el inoportuno rincón elegido por la Comisión de Control Nuclear para depositar residuos radiactivos, o las tácticas defensivas de un rascacielos de lujo contra un ejército de cucarachas que los fumigadores no logran matar. Desde las historias mágicas y de terror que siguen la estela de una ballena furiosa, hasta el milagro y la revolución que surgieron tras el golpe que un Papa se dio en el pie. Desde la felicidad que sintió una mujer que se creía Cleopatra, hasta el presidente de Estados Unidos Buck Jones. No hay mejor guía para lo macabro y sus significados que la incomparable Patricia Highsmith.
RIPLEY EN PELIGRO: «¿Había sido una llamada del extranjero, o lo habían simulado? No estaba seguro. Dickie Greenleaf. El comienzo de sus problemas, pensó. El primer hombre al que había matado, y el único al que había lamentado matar, realmente, el único crimen del que se arrepentía.
Dickie Greenleaf, un americano adinerado (para esa época) que vivía en Mongibello, en la costa oeste de Italia, se había hecho amigo de él, le había brindado hospitalidad, y Tom lo había respetado y admirado, de hecho, quizás demasiado. Luego, Dickie se puso en su contra, y Tom se molestó por eso y, sin planearlo mucho, tomó un remo y lo mató una tarde en la que estaban los dos solos en un pequeño bote. ¿Muerto? ¡Por supuesto que Dickie llevaba muerto todos esos años! Le había atado una piedra, lo había arrojado por la borda, el cuerpo se había hundido y... bueno, en todos esos años Dickie no había aparecido, ¿por qué iba a hacerlo ahora?»
Tom Ripley sigue disfrutando de una apacible y acomodada vida Tom Ripley sigue disfrutando de una apacible y acomodada vida en su villa francesa. Pero últimamente su oscuro pasado reaparece con frecuencia de la forma más insospechada. Tom sabe perfectamente que Dickie Greenleaf está muerto, él mismo lo mató. Entonces, ¿cómo es posible que reciba llamadas telefónicas del propio Dickie?
Ripley está convencido de que su secreto está a salvo y de que no dejó ningún rastro. Sin embargo, cuando una pareja de norteamericanos curiosos se instala en la zona, sus comentarios y preguntas inquietarán a Ripley. ¿Podrían quedar al descubierto sus secretos?
LA AUTORA: Patricia Highsmith nació en Fort Worth (Texas) en 1921, aunque al poco tiempo su madre se la llevó a Nueva York.
Su amor por la escritura fue muy intenso desde su juventud, así como por la lectura. En 1942 se graduó en Barnard College y a los 24 años empezó a publicar relatos en la revista Harper's Bazaar. En 1950 vio la luz su primera novela, Extraños en un tren, con la que saltó a la fama gracias a la adaptación cinematográfica de Alfred Hitchcock, aunque sus novelas más conocidas serían las protagonizadas por el fascinante Tom Ripley, también llevado al cine en varias ocasiones. Hasta su muerte, publicó numerosas novelas y relatos, centrados la mayoría en la psicología de personajes perturbadores. Por diversos motivos, tanto personales como ideológicos, en 1963 abandonó Estados Unidos y se trasladó para siempre a Europa, donde residió principalmente en el Reino Unido y en Francia. Sus últimos años los pasó cerca de Locarno (Suiza) y allí falleció en 1995.
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