Artículo publicado en el diario El País
el 17 de febrero de 2012. Redactora: Eva Larrauri
Un viaje de trabajo a Moscú hace tres años, invitado por el Instituto Cervantes para impartir una charla, inspiró a Juan Bas la trama de Ostras para Dimitri, la última entrega de la trilogía que abrió con Alacranes en su tinta en 2002 y siguió con Voracidad, Premio Euskadi de Literatura hace un lustro.
La tercera de las obras dedicadas por Bas al exceso —una mezcla de novela negra, picaresca y esperpento satírico, en palabras de su autor— arranca con el protagonista, Pacho Murga, cumpliendo condena en la cárcel y enredado en la peligrosa vida de un jefe de la mafia, mitad ruso y mitad navarro.
Cerrada la trilogía, el escritor ha decidido abandonar a este personaje, un pijo sin principios, gourmet y cinéfilo, que acaba convertido en un superviviente y que le ha permitido contar a lo largo de una década historias cargadas de un humor corrosivo.
A diferencia del pícaro clásico, del buscón que viene del arroyo, lo que me gusta del personaje es que es un niño bien que ha quedado desclasado, explica el escritor. No sé si será para siempre, pero mi idea es dejar el personaje. Ha tenido una evolución propia y me manda sobre ciertas cosas que no puedo rebajar si soy fiel a su personalidad.
Bas anuncia que con Ostras para Dimitri cierra un ciclo y una etapa de su vida como escritor.Ahora estoy escribiendo una novela que se titulará El refugio de los canallas, en la que no tiene mucho espacio el humor, añade.
En la realidad contemporánea Bas ha encontrado elementos que va tejiendo en una historia de violencia, venganza y culpa. Hay una cierta lente deformante de la realidad, pero muchas veces lo que ocurre es esperpéntico sin necesidad de exagerar, apunta. Al ser una novela contada en primera persona por un personaje tan barroco, tan pedante, lo importante es emplear el humor sin que sea un añadido artificial, sin que reste dramatismo a la historia, que no convierta lo que ocurre en bufonesco, añade. Triturar la mezcla de géneros con el exceso sin que se vaya de las manos es complicado, pero literariamente me resulta atractivo. Es un desafío como escritor, concluye.
LA NOVELA: Pacho Murga, señorito bilbaíno pijo y amoral, muy venido a menos cumple condena en la prisión de Salto del Negro. Allí conoce a Dimitri Urroz, un personaje ambiguo y explosivo, mezcla de ruso y navarro, que se convertirá en su protector y le complicará la vida en una aventura itinerante con escalas en un surrealista marco rural del norte de Navarra y el Moscú más excesivo. El tema de la novela, la permanencia de la culpa y su imposible exoneración, se articula a través de una trama oculta que se va revelando poco a poco, al igual que sucede con la traición, hasta un desenlace afilado como el borde de la concha de una ostra.
Ostras para Dimitri es una arriesgada y conseguida mezcla de novela negra, esperpento picaresco y tragedia cómica. Una novela de madurez de un personaje y de un novelista con mirada y estilo propios.
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