LA NOVELA: Ainhoa Elizasu fue la segunda
víctima del Basajaun, aunque entonces la prensa todavía no lo llamaba así. Fue
un poco más tarde cuando trascendió que alrededor de los cadáveres aparecían
pelos de animal, restos de piel y rastros dudosamente humanos, unidos a una
especie de fúnebre ceremonia de purificación. Una fuerza maligna, telúrica y
ancestral parecía haber marcado los cuerpos de aquellas casi niñas con la ropa
rasgada, el vello púbico rasurado y las manos dispuestas en actitud virginal.
En los
márgenes del río Baztán, en el valle de Navarra, aparece el cuerpo desnudo de
una adolescente en unas circunstancias que lo ponen en relación con un
asesinato ocurrido en los alrededores un mes atrás.
La
inspectora de la sección de homicidios de la Policía Foral, Amaia Salazar, será
la encargada de dirigir una investigación que la llevará devuelta a Elizondo,
una pequeña población de donde es originaria y de la que ha tratado de huir
toda su vida. Enfrentada con las cada vez más complicadas derivaciones del caso
y con sus propios fantasmas familiares, la investigación de Amaia es una
carrera contrarreloj para dar con un asesino que puede mostrar el rostro más
aterrador de una realidad brutal al tiempo que convocar a los seres más
inquietantes de las leyendas del Norte.
LA
AUTORA: Dolores Redondo (Donostia-San Sebastián, 1969) estudió Derecho y Restauración
gastronómica, y durante algunos años se dedicó a distintos negocios. Comenzó
escribiendo relatos cortos y cuentos infantiles, y la novela Los
privilegios del ángel. Vive en la ribera navarra, donde ya está
escribiendo su próxima obra con la inspectora Amaia Salazar como protagonista y
que es la segunda entrega de su trilogía del Baztán. El guardián invisible
es ya un fenómeno editorial con su próxima publicación en diez lenguas y la
venta de los derechos cinematográficos al mismo productor que apostó por la
trilogía Millennium, de Stieg Larsson.
Artículo publicado en el periódico
NOTICIAS DE GIPUZKOA (http://www.noticiasdegipuzkoa.com/ocio-y-cultura) el 16
de enero de 2013.
El idílico
valle de Baztán se convierte en la novela El guardián invisible (Destino),
de Dolores Redondo (Donostia, 1969), en el escenario de unos macabros
asesinatos de adolescentes, que deberá investigar la racional inspectora de
homicidios Amaia Salazar, oriunda del lugar.
La
escritora, que también lanza el libro en euskera (Zaindari ikusezina,
publicado por Erein y traducido por Josu Zabaleta), afirma que cuando en
2009 acabó Los privilegios del ángel, su primer título, tenía muy
claro que quería sentarse de nuevo ante el ordenador para armar una historia de
crímenes y asesinatos, en la que tuviera su protagonismo el matriarcado, y
donde apareciera el miedo a que el miedo
regrese.
Señala, en
ese sentido, que, además de mostrar ante el lector una trama con un asesino en
serie, de tétricos rituales con sus jóvenes víctimas, quería consignar que el peor de los temores para una persona
adulta es que cualquier horror que crea superado pueda volver algún día.
Por este
motivo ha dibujado al personaje de Salazar como una profesional muy preparada e
inteligente -que incluso ha pasado por Quantico, sede de formación del FBI-
pero que al volver a Elizondo, de donde huyó traumatizada, revive unos miedos
ancestrales provocados por una madre torturada y torturadora.
Estudiante
de Derecho en su juventud y restauradora durante muchos años, reconoce Dolores
Redondo, de 43 años, que siempre quiso ser escritora y es ahora desde el
pequeño pueblo de Cintruénigo, en la comarca de Tudela, donde reside con su
marido e hijos, donde ha empezado a cumplir su sueño.
Asevera que
un asesino en serie tiene un punto de fascinación, porque la mayoría de la
gente es incapaz de matar una mosca",
igual que resulta totalmente
incomprensible que una madre pueda ir contra una hija, como ocurre en su
relato. Eso es totalmente estremecedor y
explorar esta forma de actuar ha sido terrorífico, hasta el extremo de que he
tenido pesadillas con el personaje de la madre de Amaia, con esa presencia del
maligno, precisa.
Por otra
parte, tratándose de un argumento que transcurre en una zona como Baztán, con
frondosos bosques, cuevas, y una rica mitología, no podía dejar pasar por alto
sus leyendas con seres como el Basajaun, al que alude en el título, y
que es un homínido de más de dos metros y medio de alto, con pelo por todo el
cuerpo y una larga melena, que vigila por el equilibrio de la naturaleza.
Asimismo, aparecen
las belagile (brujas) o Mari, un genio que vive en cuevas y riscos, que
simboliza a la madre naturaleza y la que propicia la fecundidad no solo de la
tierra y el ganado, sino también de las familias.
Redondo avisa que esta absorbente novela es
la primera de una trilogía, con la insomne Amaia Salazar de protagonista, y
avanza que ya tiene prácticamente cerrado el segundo volumen. Los productores
de la trilogía de Stieg Larsson han adquirido los derechos
cinematográficos de la obra y trabajan en el desarrollo de un proyecto para la
gran pantalla.
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