martes, 17 de junio de 2014

BLUES EN CAUTERETS (AGUSTÍN MAMOLAR)

LA NOVELA: César Astarloa es un escritor de éxito en horas bajas. Un amigo íntimo se suicida y su pareja le abandona. Estos hechos le alteran y no logra escribir una sola línea. En tales circunstancias anímicas, recibe una llamada de un tal Didier Detex, a quien no conoce absolutamente de nada. El francés le cita en Cauterets argumentando que está en posesión de unos documentos que le proporcionarán material de sumo interés para una nueva novela. Es una cita que nunca habría aceptado en condiciones normales, pero la editorial le apremia y decide acudir. La información que le proporciona Didier abre las puertas a una trama que se situaría en el ámbito del thriller político, un género que siempre ha evitado. No obstante, sugieren una cuestión dramática que decide aprovechar. El libro se publica y César vuelve a gozar del éxito que solía, pero el argumento nada tiene que ver con el sugerido por Detex y esto desata acontecimientos inesperados por el autor. Durante el proceso de creación, César va descubriendo que no es tan libre como creía y que por encima de él se desarrolla una trama que nada tiene de ficción. Traición, asesinatos y manipulación, se convierten en elementos cotidianos en la nueva vida del protagonista. Los escenarios en los que se desarrolla la acción son: Bilbao, San Sebastián, Londres, Milán, Esmirna, Atenas y las Islas Griegas.

EL AUTOR: Agustín Mamolar nació en Bilbao, donde además reside en la actualidad, aunque ha vivido también en Madrid y en Munich. Durante su vida profesional se ha visto obligado a viajar constantemente, visitando con asiduidad Maruecos, Francia, Estados Unidos, Argentina y Brasil. A estos países hay que añadir otros que ha recorrido por curiosidad o por placer, como Grecia, Italia, Turquía o Portugal, y a todos ellos los ha hecho protagonistas de escenas de sus novelas.
La bicicleta, las botas y la mochila o el velero han sido medios usuales empleados en sus desplazamientos, complementados con el coche, el tren o el avión para los tramos más largos.
Los viajes no consisten únicamente en entrar en contacto con otros paisajes y otras gentes, a menudo el viaje se convierte en un recorrido íntimo, en una relación de uno mismo con las sensaciones que motiva el entorno. Se hace necesario aprender a vivir en soledad y es en esos momentos en los que el autor hizo de la lectura y de la escritura sus más valiosos cómplices.

Fruto de esta relación con las palabras, de las observaciones y de la urgencia de contarse a sí mismo qué sentía, qué veía, que le emocionaba, nacieron muchos de los relatos que ha escrito, así como sus novelas El infinito vertical y Largando amarras y la todavía inédita El espejo del tiempo.

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