Como ya he explicado en
entradas anteriores, UNA DECISIÓN PELIGROSA puede considerarse una
ucronía en clave de género negro o una novela negra insertada dentro de una
ucronía. En este caso, la ucronía se basa en la existencia de un Reino de
Navarra que, después de ser conquistado y anexionado en el año 1.512 por
Castilla, recupera su independencia tras haberse convertido en masa al
protestantismo lo que hace que a las potencias protestantes de la época les
interese la existencia de un estado tapón entre las dos grandes naciones
católicas del momento, España y Francia.
En toda ucronía hay un
momento histórico, el llamado "punto jonbar", en el que un hecho
histórico que se ha producido en la realidad cambia de signo en la ficción y da
origen a una historia alternativa, una historia de ficción, pero que podría
haber ocurrido en la realidad. Ejemplos típicos podrían ser que la Guerra Civil
española la hubiera vencido la República, que los nazis no hubiesen invadido
Rusia o que el barco en el que se trasladaba San Pablo antes de iniciar su
predicación hubiese naufragado y el cristianismo no se hubiese extendido más
allá de los límites de la antigua Palestina. Todo eso podría haber sucedido, el
hecho de que no ocurriera de ese modo no significa que se trate de ideas
extravagantes. La república podría haber vencido si se hubiese mantenido la
unidad interna y los países democráticos, en lugar de mantener una
"política de no intervención", la hubiesen ayudado más activamente.
Hitler podría haber hecho caso a algunos de sus generales más lúcidos y no
meterse en la aventura rusa, a la postre uno de los desencadenantes de la
derrota alemana en la II Guerra Mundial, y Pablo de Tarso podría haber
embarcado en fechas diferentes a las que lo hizo, con peor tiempo o barcos poco
preparados, y haber sufrido un accidente. No es por tanto descabellado basar
las ucronías en esos hechos y desarrollarlos como si a partir de ellos la
historia hubiese sido diferente.
Pues bien, lógicamente UNA
DECISIÓN PELIGROSA también tiene su "punto jonbar" y éste consiste,
como he escrito más arriba, en el hecho de que la población de Navarra abandona
el catolicismo y se hace protestante, consiguiendo el apoyo y protección de las
potencias de su misma fe religiosa para que pueda recuperar la independencia
perdida.
¿Es verosímil ese punto de
partida? ¿En qué me he basado para hacer de él el "punto jonbar" de UNA
DECISIÓN PELIGROSA? Pues, lógicamente, en la propia historia navarra. El
año 1.555 Jeanne d'Albret es nombrada reina de Navarra, tras la muerte de su
padre, reinando con el nombre de Juana III. Sus dominios abarcaban la
denominada Baja Navarra, es decir, la Navarra que hoy en día pertenece a
Francia, pero es considerada como reina legítima por los navarros que aún no
han aceptado la conquista y consiguiente anexión a Castilla. Juana III se convierte
al protestantismo y por una orden promulgada el 19 de julio de 1.561 lo impone
como religión oficial.
Una de las iniciativas que
tomó para intentar extender el protestantismo en su reino fue traducir al
euskera el Nuevo Testamento. El encargado de hacerlo fue un sacerdote católico
convertido al protestantismo, Joanes Leizarraga (también conocido como Jean de Liçarrague),
cuyo " Iesus
Christ Gure Iaunaren Testamentu Berria" fue, por tanto, la primera
traducción de la Biblia al euskera. No deja de ser irónico que en un país que
siempre ha presumido de su lealtad a la Iglesia Católica Romana la primera
versión al euskera de la Biblia la hiciese, curiosamente, un pastor
protestante.
El hecho cierto es que pese
al apoyo regio y a la utilización, por primera vez en la historia para la
predicación religiosa, de la que entonces se llamaba "lingua
navarrorum", ese intento de conversión de los navarros al protestantismo
no prosperó, pese a que en aquella época no era tan raro que cuando los reyes o
príncipes cambiaban de religión (o la mantenían), sus súbditos les siguiesen en
masa, aunque lógicamente también había numerosas excepciones.
Ése es, pues, el origen o
"punto jonbar" de esta ucronía, UNA DECISIÓN PELIGROSA. ¿Qué
hubiese ocurrido si el protestantismo hubiese triunfado en Navarra? Una
respuesta a esa pregunta es, precisamente, la que da esta novela. Como eso no
sucedió, nunca sabremos de verdad si es una hipótesis correcta, pero creo que las
cosas podrían haber transcurrido de un modo parecido. O de cualquier otro modo,
por supuesto, al fin y al cabo no hay nada más libre que la imaginación.
1.940: El Reino de Navarra
duda sobre si intervenir o no en la Segunda Guerra Mundial, a petición de las
fuerzas aliadas. Su delicada situación de estado independiente situado entre
dos grandes naciones, España y Francia, siempre dispuestas a anexionarla, pende
sobre su decisión, una decisión que inevitablemente será tan arriesgada como
peligrosa.
Entre tanto, el asesinato
de importantes próceres de la sociedad navarra tensará aún más la situación.
Para intentar esclarecer lo sucedido, dos inspectores de policía se verán
inmersos, a su pesar, en las turbias aguas de la política y la religión.
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