Noticia aparecida en el diario DEIA, redactora: Maite Redondo.
Con su libro Gorde nazazu lurpean se alzó con el Premio Euskadi de Literatura, el Premio de la Crítica y el Beterriko Liburua. Ramón Saizarbitoria, considerado como uno de los autores renovadores de la literatura en euskera, recibió anoche el Premio Argital, en la tercera gala de la Edición, organizada por la Cámara del Libro y el Gremio de Editores vascos. Durante la cena que se celebró en el hotel Carlton, a la que asistieron numerosos escritores y representantes del mundo cultural vasco, fueron galardonados también Álvaro Pombo, autor de novelas como El metro de platino iridiado, Donde las mujeres o La Fortuna de Matilda Turpin, premio Planeta 2006, y a la Biblioteca de la Universidad de Deusto, inaugurada el 27 de enero de este mismo año.
Ramón Saizarbitoria (Donostia, 1944) confiesa que siempre ha escrito con libertad y sin agobios, sin temor a ser engullido por la literatura de masas. Sociólogo de profesión -recientemente se ha jubilado como director del Centro de Documentación y Estudios Sociológicos SIIS- está inmerso desde hace cinco años en una novela, que no tiene ninguna prisa en publicar. Me está costando mucho escribirla. Me interfiere constantemente la realidad política, no sé si deshacerme de ella. Estoy harto de la obligación que te impone hablar de política porque, si no lo haces, parece que eres un cobarde o un frívolo. Es una realidad que me tiene un poco aburrido.
Porque a Saizarbitoria lo que realmente le interesa es "la escritura en sí misma, las razones por las que escribimos. Pero, sobre todo, las relaciones interpersonales, las dificultades de comunicarnos y el engorro que a veces supone la palabra entre los seres humanos y más concretamente entre hombres y mujeres. ¿Para qué nos vamos a engañar? Lo más importante del mundo es cómo se entiende un hombre y una mujer. Precisamente con uno de sus libros más personales, Marcel Martinen aitatasun ukatua, se quedó en 2001 a las puertas de conseguir el Premio Nacional de Literatura, que se lo llevó Juan Marsé con Rabos de lagartija. En ese trabajo, mostraba el deterioro más absurdo al que pueden llegar las relaciones de pareja.
Euskera: Saizarbitoria siempre se ha mantenido fiel a su apuesta por el euskera. Recuerda que de adolescente solía escribir estampas de San Sebastián imitando a Baroja, un escritor al que leía mucho. Te puedes imaginar que en un colegio de frailes no era muy normal que se escribieran esas cosas y además en euskera. Luego llegó su primera novela, Egunero hasten delako, que ahora se está traduciendo al castellano. Quería escribir algo a los euskaldunes de mi generación, llenar una laguna en euskera.
Más tarde fundó el grupo Lur, junto a Gabriel Aresti, Ibon Sarasola, Anjel Lertxundi o Arantxa Urretabizkaia. En 1976 publicó su segunda novela, Ehun metro (100 metros) -ue luego ha sido llevada al cine por Alfonso Ungria y recibió un año después el Premio de la Crítica por Ene Jesus, con el que alcanzó la condición de gran escritor vasco.
Fue una época muy ilusionante, difícil, pero esperanzadora para la literatura vasca. En aquel momento, nos contentábamos con poco, nunca nos hubiéramos imaginado que podíamos derivar a la situación actual, en la que un escritor vasco gana premios nacionales y puede ser portada de revistas literarias. Pero, al mismo tiempo, éramos más libres, había una literatura de masas y una literatura de élite, y nosotros teníamos pretensiones.
¿Se puede hablar de un denominador común de la literatura vasca? Por gracia o por desgracia, creo que no existe. Por un lado me apetecería que existiera, pero por otro lado, creo que es un buen síntoma que cada uno haga su propia literatura. Siento nostalgia de aquellos tiempos.
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