Si trucamos una sola palabra, fragmentaremos la vida y su misterio. El verbo será una ilusión absurda o una brevísima entelequia escrita en una hoja de papel manipulado por el Eros pesebrero de algunas conciencias. La imbecilidad es de sentido común, que aparecerá en la escena cotidiana como el resultado de una sociedad decadente, anómala y alejada de los principios más elementales del ser humano, lejos de los caracteres literarios entendidos como lógicos y que a posteriori, se quedan en eso, en caracteres simplemente.
Más información sobre la obra en la edición de Álava del diario El Correo
José Luis Pasarin siempre a bordo de la palabra, epicentro de sus circunstancias. Es siempre un placer leerle. Espero verle pronto, en un café de media tarde, con su tertulia de aguacero...
ResponderEliminarAdolfo Marchena