LA NOVELA: Mi
nombre no importa.
Solo
soy una hormiga dentro de un colosal hormiguero. Una furtiva lágrima de
cementerio. Quiero señalar con una piedra blanca, que la naturaleza me modeló
en la indiferencia y estoy destinado, a no ser feliz jamás. Soy un ser aislado
en la tierra, sin lazos que me unan a la vida, aparte de mi enferma madre. Un
animal solitario condenado a existir en un cráter de aburrimiento, hasta que mi
contrato con la vida se extinga. Nadie me considera amigo de los desenfrenos,
ni discípulo de la infidelidad. Me he convertido en un invitado difícil en el
banquete de la vida. Soy anónimo y neto. Cuarentón. De estatura media y fealdad
porcina. Obeso. Calvo, y con unas gafas que no me favorecen nada. No importa.
Tampoco creo que las mujeres se acerquen a mí por llevar unas gafas estupendas.
Para ellas, siempre he sido alguien invisible.
Hasta
que un día, todo cambió.
Todo,
explotó.
EL AUTOR: Alejandro Otegui Beguiristain es un
autor donostiarra que tras debutar con una novela histórica, La
plata de Vasconia será nuestra, se introduce en el género negro con la
segunda, El hombre sin nombre o el olvidado de Prometeo.
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