Título: BERLÍN
1945
Título
original: ONKEL TOMS HÜTTE, BERLIN
Autor: PIERRE FREI
Editorial: RBA
Trama: El final de la II Guerra Mundial no significa que
el horror se haya alejado de Berlín. Porque a la miseria y escasez propias de
una dura posguerra se une la actuación de un asesino en serie que se ceba en
mujeres jóvenes, rubias y que, casualmente, trabajan todas para las fuerzas de
ocupación norteamericanas, pese a ser alemanas.
Personajes:
Klaus Dietrich, inspector de la policía berlinesa, recién incorporado al cuerpo
gracias a los buenos oficios de su suegro, exconcejal socialdemócrata, pese a
no tener mucha experiencia policial, Ben Dietrich, hijo mayor del anterior, un
joven que sabe buscarse la vida cuyo objetivo es enamorar a una amiga, el
sargento Franke, subordinado de Dietrich, Donovan, sargento de las fuerzas de
ocupación norteamericanas, que no tiene ninguna simpatía por los alemanes, John
Ashburner, capitán del ejército de los estados Unidos, que en su vida civil era
jefe de policía en su condado natal, más comprensivo y atento que su
subordinado Donovan, Karim Rembach, conocida como Verena van Bergen, actriz de
cine de cierta importancia en la época del III Reich, Helga Lohmann, enfermera
cuyo objetivo, por encima de todo, es proteger a su hijo con síndrome de Down,
Jutta Weber, exlibrera, Marlene Neubert, exprostituta casada con un antiguo
proxeneta reconvertido en oficial de las SS, Henriette von Aichborn, joven
aristócrata perteneciente a la vieja nobleza prusiana, de ideas nacionalistas
aunque alejadas de lo que significa el régimen hitleriano.
Aspectos
a Destacar: Además de la narración de la
propia investigación se da en la novela un importante protagonismo de las
víctimas a través de los constantes flash-backs
sobre las mujeres asesinadas, con los que el autor nos habla tanto la vida cotidiana
(y terrible) bajo el nazismo de unas mujeres de distintos orígenes y condición
social que sólo deseaban sobrevivir, como de la vida tras la derrota y la
ocupación, por parte de las potencias aliadas, de Berlín, y de toda Alemania,
sin maniqueísmos, pero también sin ocultar las atrocidades causadas por el
régimen hitleriano ni el trato que daban los vencedores a los vencidos.
La Frase: El
corpulento hombre de cabeza rapada intentó una sonrisa. Parecía el portero de
un hotel de segunda categoría, esperando la propina. No tenía aspecto de
homicida. Precisamente eso era lo que hacía tan terribles a los esbirros de
Blumenau: eran hombres y mujeres normales, que sonreían, sudaban, se amaban,
iban al retrete y esperaban con impaciencia el día de pago.
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