He recibido procedente de la "Librería Negra y Criminal" de Barcelona, coincidiendo con el Día del Libro, No hay que morir dos veces, la última (por ahora) novela de ese joven octogenario llamado Francisco González Ledesma. No me resisto a copiar la dedicatoria que me hace: “Javier Abasolo, gran amigo, te debo mucho. Gracias. Un abrazo”.
No transcribo la dedicatoria para sacar pecho, sino todo lo contrario. Ledesma no me debe nada, soy yo quien estoy en deuda con él, que me hizo el honor de presentar hace ya cuatro años, en Barcelona, mi novela El color de los muertos. Y el hecho de que me considere su amigo, pues bien, eso sí que me envanece, pero considero que está más que justificado ese envanecimiento.
Si he copiado la dedicatoria es, precisamente, para mostrar su gran humanidad (el que es una gran escritor lo damos por supuesto) y cómo, siendo uno de los patriarcas de nuestras letras, no desdeña ofrecer su apoyo y amistad a alguien que está a muchas leguas de él.
Gracias, maestro. Eskerrik asko.
Si he copiado la dedicatoria es, precisamente, para mostrar su gran humanidad (el que es una gran escritor lo damos por supuesto) y cómo, siendo uno de los patriarcas de nuestras letras, no desdeña ofrecer su apoyo y amistad a alguien que está a muchas leguas de él.
Gracias, maestro. Eskerrik asko.
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