Una joven se suicida en un pueblo de Burgos en el que estaba pasando las vacaciones de verano con su familia. Al enterarse de ese suceso Xabier Badiola, un abogado especializado en temas penales y amigo de los hermanos de la fallecida, decide iniciar una investigación ficticia para que los padres de la joven --que a causa de sus arraigadas ideas religiosas consideran moralmente inaceptable el suicidio-- piensen que ha sido asesinada y, de ese modo, se aminore en lo posible su desconcierto y tristeza.
Pero lo que al principio no es sino una investigación ficticia se complica cuando la gente del pueblo comienza a ponerse nerviosa y aparecen nuevos datos que indican que el suicidio de esa joven --si de un suicidio se trata-- no es lo único que ha ocurrido en la comarca en los últimos tiempos.
Por si todo eso fuera poco, en la investigación irrumpe un nuevo cadáver y un guardia civil, al que sus superiores han obligado a cerrar un caso que llevaba entre manos, ve en esa investigación ficticia una estupenda oportunidad para reabrir bajo cuerda sus propias indagaciones. Para cuando Xabier Badiola empieza a percatarse de adónde le han conducido sus buenas intenciones, ya será demasiado tarde para salirse indemne de ese embrollo.
Una investigación ficticia se publicó en la ya desparecida editorial CIMS, en la colección "Huella de sangre" que dirigía Miguel Agustí y que estaba expresamente recomenda por la ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE ESCRITORES POLICÍACOS-
ENTREVISTA aparecida en el diario DEIA el 29 de julio de 2000 (Redactor: Benyi Arregocés Carrera):
José Javier Abasolo es uno de los grandes exponentes de la novela negra o policiaca en Euskadi. En la pasada edición de la Semana Negra de Gijón, el festival más importante de este género en el Estado, presentó su última novela, Una investigación ficticia, editada por CIMS.
Es una novela que destaca por tener más rasgos de humor que las anteriores, resalta el escritor bilbaíno. La acción transcurre en un pueblo inventado de Burgos, en la zona de Trespaderne. Una joven se ha suicidado y un abogado amigo de los hermanos inicia una investigación como si hubiera sido un asesinato para que los padres no se lleven el disgusto de saber que su hija se había suicidado. Pero luego las cosas se complican…No voy a decir si hubo o no suicidio, dice entre risas José Javier Abasolo.
Este escritor de 43 años ganó el Premio de Novela de Prensa Canaria con su primer libro, Lejos de aquel instante. Su segunda novela, Nadie es inocente, ya está traducida al francés.
“Paris Match” hizo una crítica de ese libro y descubrió, para sorpresa de Abasolo, influencias en su forma de escribir de Luis Buñuel. Yo creo que es porque tienen una determinada visión de la cultura de aquí. Pero es bueno que digan que me influye, porque Buñuel está muy bien considerado en Francia. Al final, todo lo que has leído y has visto te influye, explica.
Abasolo es Licenciado en Derecho en la Universidad de Deusto y actualmente trabaja en el Gobierno Vasco en Gasteiz. Porque de escribir no se vive. Aquí esto es puro romanticismo.
De todas formas el escritor bilbaíno está bien considerado en el mundo de la novela negra.
Este año fue por cuarta vez a la Semana Negra de Gijón y esta vez como jurado.
Es todo un montaje esta feria. Lo que hay alrededor parece las fiestas de Bilbao. Sirve para conocer gente y además te salen cosas interesantes. Por ejemplo, ahora me van a traducir la primera novela al francés y me han invitado a dos festivales en Francia, dice.
José Javier Abasolo tiene una idea clara de la razón por la que no triunfa aquí la novela negra. Hay un cierto complejo de que es un subgénero, que no es serio o que los escritores buenos se dedican a otras cosas y luego te encuentras sorpresas como que la última novela, muy buena, de Muñoz Molina es novela policiaca. En general, hay cierto desprecio, afirma.
En cierta forma, las experiencias vitales de este escritor le han influido a la hora de crear sus novelas. Durante un tiempo fue secretario de un Juzgado de Instrucción y, a veces, tuvo que dedicarse a levantar cadáveres.
Todavía recuerda sorprendido lo que sucedió un 28 de diciembre. Vinieron a decirnos que se les había muerto un familiar para que lo certificáramos. Pero al ser el Día de los Inocentes, nos pareció que venían muy sonrientes. Llamamos para comprobar. Y la respuesta fue: “Sí está aquí, pero no se puede poner porque acaba de morir” y era verdad.
José Javier Abasolo es un escritor que se inspira en su entorno, que le sirve de paisaje en sus novelas. De momento ya tiene corrigiendo su próxima novela, que llevará por título El color de los muertos, ambientada entre Bilbao y Madrid.