Título: LOS MUERTOS NO MIENTEN
Título original: FORTUNE FAVORS THE DEAD
Autor: STEPHEN SPOTSWOOD
Editorial: EDICIONES B
Colección:
LA TRAMA
Trama: El suicidio, primero, y el asesinato después, de
los dos componentes de un matrimonio que controla una importante empresa
dedicada principalmente a la fabricación de armamento traerá de cabeza a la
policía. Debido a que ésta no es capaz de averiguar lo que ha ocurrido, los
hijos de la pareja, aconsejados por uno de los socios de la empresa que es,
también, su padrino, contratarán a una curiosa y acreditada detective que tiene
una ayudante aún más curiosa.
Personajes: Lillian
Pentecost, mujer detective de mediana edad, enferma de esclerosis, pero que aún
se mantiene al pie del cañón gracias a su habilidad profesional y a la
colaboración de su ayudante Willowjean Parker, una joven que escapó con quince
años de un padre maltratador y ha trabajado en un circo donde adquirió unas
habilidades muy útiles como el lanzamiento de cuchillos, Randolph y Rebecca
Collins, hermanos gemelos hijos de la mujer asesinada, que no se llevan muy
bien entre ellos, Harrison Wallace, abogado de la familia y padrino de los
gemelos, dispuesto a protegerlos por encima de todo, Ariel Belestrade, médium y
adivina, que mantenía una fuerte influencia sobre la mujer asesinada, Nathan
Lazenby, policía neoyorquino, viejo conocido de Lillian Pentecost, que confía
en ésta aunque no demasiado.
Aspectos
a Destacar: La ubicación de la novela en
los años 40, una época en la que se consolidó el género negro en los Estados
Unidos, con una curiosa similitud con las novelas de Rex Stout protagonizadas
por Nero Wolfe y su ayudante Archie Goodwin aunque con protagonistas femeninos
/ El homenaje al género negro de esa misma época a través de los autores que
lee Will Parker, entre los que se cita a Chandler, Hammett y Erle Stanley
Gardner.
La Frase: La
señora P y yo compartimos cierto prejuicio en lo que a la flor y nata se
refiere. En mi caso es el habitual resentimiento pueblerino de clase obrera. En
el suyo se debe a que los ricos suelen ser los que menos necesitan su ayuda.
Sin embargo, parte de mi trabajo como asistente incluye también dirigirla hacia
los esporádicos clientes que pueden extender un cheque de cinco cifras sin que
les entre un sudor frío.