Maruja Sanz es una muchacha de
origen humilde, procedente de Valgonzález, una pequeña localidad castellana
cercana a Segovia. A finales de la década de 1960, decide que quiere dejar
atrás sus orígenes y el tipo de vida que han tenido sus progenitores. Quiere
pertenecer a un mundo distinto, que supone que es mucho mejor, y ascender de
nivel social. De este modo, abandona el pueblo para ir a estudiar Derecho a
Madrid. Allí conoce a Jordi Ruglons, «el Catalán», un joven barcelonés de buena
familia, hijo de un notario, a quien pronto seducirá y del cual se quedará
embarazada, con engaño, para lograr así contraer matrimonio con él y alcanzar
sus sueños de ascenso social y económico. Aunque su hijo no llega a nacer, el
matrimonio sigue unido. Jordi empieza una vida alejada de sus padres y pasa a
vivir a espaldas de su mujer, que decide cambiar su nombre por el de Mireia
como símbolo de su nuevo estatus. A partir de ese momento, Jordi se dedica a
enriquecerse mediante el fraude fiscal, solucionando los asuntos económicos de
sus clientes, y ambos se convierten en una pareja acomodada, falsa y de
relación estrictamente social, inmersa en el mundo de las apariencias sin
remedio.
Novela negra ambientada en
Barcelona con toques clásicos de la narrativa histórica.