Título: VIERNES 13
Título original: BLACK FRIDAY
Autor: DAVID GOODIS
Editorial: BRUGUERA
Trama: Un huido de la justicia sólo encuentra refugio, tras
robar un abrigo para guarecerse del frío y debido a una serie de circunstancias
adversas, junto a un grupo de delincuentes profesionales que habitan una casa
de Filadelfia, en lo más crudo del invierno. Pero para poder integrarse de
pleno derecho en el grupo tendrá que demostrar que él también es un delincuente
profesional, lo que le hará caminar todo el rato al límite de un precipicio.
Personajes: Hart,
hombre huido de la justicia, del que no se conocen sus motivos, aunque no tiene
el aspecto de ser un delincuente habitual, Mattone, antiguo boxeador
reconvertido en matón, que no simpatiza desde el principio con Hart, Charley,
el jefe y cerebro de la banda, hombre maduro y reflexivo, poco partidario de la
violencia innecesaria, pero que no duda en ejercerla cuando estima que sí es
necesaria, Frieda, amante de Charley, que se encapricha de Hart, pese a que a
éste no le complazca demasiado la situación, Rizzio, miembro de la banda, más
contemporizador que los demás, Myrna, joven seria y melancólica, “ahijada” de
Charlye, junto a un hermano que falleció tras un primer encontronazo con Hart y
al que éste se ve obligado a sustituir.
Aspectos
a Destacar: Lejos del escenario habitual
de la novela negra clásica, las calles de las grandes ciudades, Goodis nos
traslada al ambiente asfixiante de una mansión en la que conviven tan sólo seis
personas, cada una de ellas con sus ambiciones, sus deseos, sus pasiones y sus
temores, agitándolos como en una coctelera para ofrecernos una novela en la que
la dureza propia del género negro no está exenta de ternura y lirismo, una
ternura y lirismo que parece ser el estigma de los perdedores.
La Frase: Pero el problema consistía en que tenía motivos
serios para preocuparse. Se trataba del problema al que todo ser viviente se
enfrenta permanentemente, el problema de la supervivencia. Con la diferencia de
que en su caso era cuestión de un centímetro por aquí, un centímetro por allá,
un movimiento en falso, como en el caso de esos acróbatas alemanes que él había
visto no hacía mucho tiempo en una revista, y que caminaban sobre una cuerda
tendida entre dos picos de los Alpes, con dos mil metros de vacío debajo de
ellos.