Título: MIEDO A LAS AGUAS OSCURAS
Título original: A FEAR OF DARK WATER
Autor: CRAIG RUSSELL
Editorial: ROCA
Trama: La actuación de un asesino en serie denominado "El asesino de la
red", que arroja los cadáveres al río Elba, trae en jaque a la Policía de Hamburgo. Y si
ya la investigación es de por sí extremadamente complicada, aún lo será más
cuando aparezca el cuerpo desmembrado, un torso en realidad, de otro cadáver.
¿Es el mismo asesino que ha cambiado de sistema o se enfrentan a uno nuevo? Y
para hacerlo todo aún más difícil, la desaparición de una joven de origen
turco, que parece estar relacionada con una extraña secta, acabará
interfiriendo en la investigación.
Personajes: Jan Fabel, comisario
de Hamburgo, hombre de extensa cultura, serio y reflexivo, Müller-Voigt, antiguo
militante del ecologismo radical, reconvertido en senador de Medio Ambiente de
la ciudad de Hamburgo, Kroeger, jefe de los servicios informáticos de la
policía, que parece estar acorde, por su carácter frío y sistemático, con su
especialidad profesional, Menke, agente de la Oficina para la Defensa de la Constitución, que
como un buen representante de los servicios de inteligencia, siempre parece
ocultar más de lo que dice, Horst Van Heiden, superior de Fabel, reglamentista
por encima de cualquier otra consideración, Peter Wiegand, mano derecha del
creador de un imperio económico y tecnológico dedicado al medio ambiente que
parece actuar más como una secta que como una corporación, Roman Kraxner, hacker
obeso que vive aislado del mundo, refugiándose en mundos virtuales y que usa
sus habilidades informáticas para conseguir el dinero que necesita para vivir y
para mantener sus equipos informáticos al día.
Aspectos a Destacar: El autor, desde una perspectiva ecologista y medioambientalista, no
duda en tejer una historia que, al tiempo que atrae irremisiblemente al lector
por lo bien trabada pese a su complejidad, pone en solfa ciertas prácticas que
se asemejan más a las prácticas sectarias que a una auténtica apuesta por el
medio ambiente.
La Frase: En ocasiones, en esas épocas anteriores, te tropezabas con una red
organizada de pedofilia. Pero la comunicación entre ellos, y menos aún la
colaboración, eran bastante infrecuentes, y cuando se producían, tenían lugar
dentro de un área geográfica circunscrita. Internet cambió todo esto. De golpe,
esta gente podía --por primera vez en la historia-- adquirir una sensación de
"comunidad". Ya no estaban aislados unos de otros, y eran capaces de
intercambiar información e imágenes por todo el país y hasta por todo el mundo.
Puesto que había tantos otros que participaban de sus mismas perversiones,
tenían la posibilidad de convencerse a sí mismos de que éstas no eran tales
perversiones, y de que su conducta no era aberrante, enfermiza ni retorcida.