Varios amigos de juventud se reencuentran durante una
manifestación en protesta por un atentado. ETA ha matado a un conocido político
vasco y su escolta, la sociedad ya no aguanta más y los ánimos están muy
encrespados porque unos acusan a los otros de tibieza con los terroristas, y
éstos a su vez a los primeros de mercadear con el sufrimiento ajeno por
intereses electoralistas. No serán todos los miembros de la vieja cuadrilla los
que se vuelvan a reunir después de mucho tiempo, y los que se vean ni siquiera
estarán todos en la misma manifestación. No puede ser de otra manera, ha trascurrido
mucho tiempo desde la última vez que compartieron algo más que el tiempo libre,
también un credo, un ambiente e incluso un plan que en su momento, tan convulso
como confuso, para ellos y por extensión también para el conjunto de la
sociedad vasca, los puso a todos al borde del abismo.