Título: MALDITA NOSTALGIA
Autor: JUAN LUIS MARÍN
Editorial: LA FACTORÍA DE IDEAS
Trama: Ángel lleva varios años fuera de
La Capital, desde que murieron sus padres en un trágico accidente. La muerte de
Álex, su hermano pequeño, asesinado, le hará volver a la ciudad, para
encontrarse con que su hermano se había convertido en un gánster tiránico y
cruel y con que el mundo que dejó atrás había desaparecido por completo.
Personajes: Ángel, un hombre pusilánime y cobarde, que dejó La Capital
tras la muerte de sus padres para no asumir responsabilidades, Gabriel, hermano
mediano de la familia, reconvertido en matón al servicio del más pequeño,
inteligente y desalmado de los tres, pero sin su inteligencia ni su capacidad
para salir indemne de los problemas, Etcheverry, compañero de Gabriel, también
matón al servicio de Álex, al que sin embargo le persiguen los remordimientos, Bárcenas, agente de policía que intenta
mantener un mínimo de conciencia y honradez en su trabajo, pese a saber lo
fácil que es caer en “el otro lado”, Blein, personaje que aparece muy poco en
la trama, aunque da la impresión de estar al tanto de todo lo que está
ocurriendo, El Narrador, un hombre del que apenas se sabe nada, que aparece en
la historia en momentos muy puntuales, pero cuyo objetivo es reconducirla para
alimentar el sufrimiento de los personajes, Isabel, tía de los tres hermanos,
mujer lúcida y por eso mismo desesperada, que encuentra refugio en el alcohol, amiga
de Bárcenas y casada con Cabanillas, policía corrupto que se beneficia de los negocios
sucios de Álex, Villamartín, anciano traficante de gustos sofisticados,
incluidos los sexuales, Mili y Vanili, pareja matones al servicio de Villamartin,
violentos y despiadados.
Aspectos a Destacar: Si la novela negra se
caracteriza por mostrar las miserias humanas y cómo a alguien no le importa
causar dolor, o arriesgarse a sufrirlo, con tal de conseguir su objetivo, Juan
Luis Marín le da una nueva vuelta de tuerca y dentro de una historia impecable
dentro del género, nos muestra cómo el hecho de infligir ese dolor, sin otro
objetivo mayor que causarlo, puede llegar a ser el motor de nuestros actos en
una sociedad en la que quizás la opulencia (de unos pocos, no nos engañemos)
nos ha llevado al hastío y el aburrimiento.
La Frase: Ya se sabe, cuanto más arriba
está uno, más amplia es la perspectiva de todo lo que se cuece abajo.... Y la
mierda se expande... Después de avisar a comisaría, se dejó caer en el suelo y
hundió la cabeza entre las rodillas. No era dolor, sino impotencia. El que iba
de listo había terminado con una bala en la cabeza, enredado en la tela de araña
que él mismo había tejido durante años. Y el que iba de legal, obedeciendo
órdenes y permaneciendo fiel a la cadena de mando, pensaba de sí mismo que no
era más que un gilipollas. Lay ley, el orden, la justicia, la autoridad... no
son más que utopías. Porque las maneja el ser humano. Definitivamente, un
animal imperfecto. Y débil. Muy débil.