LA NOVELA: Bernie, un don nadie vendedor de coches, estuvo en la cárcel y en un reformatorio, pero encontró a Carrie y Carrie le ofreció lo que más ansiaba: un lugar donde permanecer.
Por eso le resultó tan frustrante ir de Chicago, su casa, a Nueva York, enviado por su esposa para buscar al célebre violador en serie Cabot Wright, recién devuelto a la libertad. Cabot, según ella, le proporcionará un material de primera para escribir la Gran Novela Americana.
A partir de ahí Bernie se verá envuelto en una serie desternillante de peripecias y situaciones absurdas en compañía del violador, de un ambicioso editor y de Zoe Bickle, la mujer de su vecino de Chicago que, al encontrarse casualmente en Nueva York, decide por compasión echarle una mano con la redacción de su arriesgada obra maestra.
La apreciación de la sátira y de la crítica implacable al pacatismo yanqui, las carcajadas, la conmoción, la delicia de la lectura, y el exquisito desenlace de este libro corresponden por derecho propio al lector.
EL AUTOR: James Purdy (1923-2009) nació en Ohio. Se trata de uno de esos genios ocultos que crítica y público rechazaron en el privilegiado círculo de los grandes nombres porque trataba temas que la hipócrita moral de entonces (y de ahora) no tolera que se aireen.
Estudió en Chicago y en Puebla, México. Fue docente en el Lawrence College de Wisconsin. Vivió en Cuba, en México, en España (donde aprendió los hallazgos literarios de la picaresca de la mano de Rinconete y Cortadillo) y en Brooklyn, pero poco más puede entresacarse de su vida, envuelta en tinieblas.
Publicó sus primeros cuentos en las revistas de los años cuarenta. No consigue editor en Estados Unidos. Edith Sitwell, poeta y crítica literaria inglesa, se lo descubre al propio Gore Vidal; la británica lo considera un «auténtico genio», y lo sitúa a la altura de Dylan Thomas. Edward Albee montó una obra teatral con Malcolm, la novela más conocida de Purdy, a quien el dramaturgo concede cuatro pilares: ingenio, erotismo, prosa personal y mordaz, y una peculiar ternura.