Título: METRÓPOLIS
Título original: METROPOLIS
Autor: PHILIP KERR
Editorial: RBA
Trama: A finales de los años 20 del
siglo pasado Berlín se divide entre quienes disfrutan de las alegrías más frívolas
de la vida y quienes arrastran las secuelas y miserias de su derrota en la I
Guerra Mundial. Pero la vida frívola tiene sus riesgos, como se comprueba
cuando unas cuantas prostitutas aparecen muertas, con la cabellera arrancada
por un misterioso asesino al que la prensa denominará Winnetou, como el personaje
de las novelas de Karl May. Pero cuando empieza la investigación policial ésta
deberá suspenderse porque de repente se inicia otra serie de asesinatos cuya
investigación es considerada prioritaria, la de un grupo de mendigos que fueron
héroes de guerra.
Personajes: Bernie Gunther, joven policía que acaba de ser ascendido a
Homicidios y que no participa del politiqueo que le rodea, Bernhard Weiss, jefe
de la Comisión de Homicidios, en el punto de mira de muchos por su condición de
judío, Ernst Gennat, apodado el Gran Buda, mano derecha de Weiss, un honesto
policía de la vieja escuela, Kurt Reichenbach, policía judío relegado a favor
de Gunther, debido a la fama que tiene de brutalidad pese a su aspecto
elegante, Otto Trettin, policía que estuvo en tratamiento por abusar de las
drogas, Erich Angerstein, gángster berlinés que controla gran parte de la
delincuencia organizada.
Aspectos a Destacar: Aunque es la última novela
de Kerr, publicada tras su fallecimiento (si bien parece que aún queda alguna
más escrita o a medio escribir), cronológicamente sería una precuela de la saga
dedicada a Bernie Gunther, su personaje más conocido y paradigmático, un
policía honesto que trabaja en los años de la eclosión y hundimiento del III
Reich, pese a no sentir ninguna simpatía por los nazis.
La Frase: todo el mundo cree que los
policías son un mal necesario. Pero son un mal. Ellos…, ustedes…, son la mano
del diablo. Cuando un policía dispara contra alguien porque ha cometido un
crimen, es el asesinato a sangre fría más terrible que hay porque es su
trabajo, ¿entienden? Cobra por hacerlo. No hay emoción ni sentimiento de por
medio. Un policía hace ese trabajo porque necesitamos hombres malvados que
hagan maldades para protegernos de otros hombres malvados.