Vascos en la Guerra
Fría, ¿víctimas o cómplices? desvela los compromisos que los dirigentes vascos del
exilio adquirieron con los servicios de inteligencia aliados, primero contra el
Eje nazifascista y, posteriormente, contra el “Eje del mal” comunista. El PNV,
con el lehendakari Agirre a la cabeza, participó activamente, tanto por interés
estratégico como por pura convicción, en el enfrentamiento entre bloques que
surgió de la II Guerra Mundial. Este es, por tanto, un libro de espías, aunque
ellos preferían considerarse a sí mismos como informadores. Fueron agentes de
los Servicios Vascos de Información y Propaganda del Gobierno Vasco, que
actuaron a ambos lados del Telón de Acero, y, según las épocas y las
motivaciones, colaboraron con el espionaje británico, francés o norteamericano.
José Félix Azurmendi se convierte en cronista de un tiempo tan
apasionante como peligroso en el que se enfrentaron las grandes corrientes
ideológicas, se crearon organismos internacionales y se fundaron y destruyeron
estados. En medio del huracán desatado por la Guerra Fría, unos pocos cientos
de hombres y mujeres, hijos de la derrota y el exilio, utilizados y
abandonados, se esforzaron por sostener y pasar la antorcha de la libertad de
una patria “con mil generaciones detrás desafiando a los rascacielos de cemento”.