La autoedición siempre es una aventura arriesgada, pero a
veces puede dar satisfacciones. De momento Francisco
Fernández Santana, autor de Los niños que dejaron de sonreír,
empieza a ser profeta en su tierra.
Artículo publicado en la revista municipal ETXEBARRI GAUR (http://www.etxebarri.net/es-ES/Recursos/Publicaciones/Etxebarri%20Gaur/201304-Etxebarri-Gaur-83.pdf).
Redactor: Kike Camba.
Paco, ‘el escritor de Etxeba rri’. Con este apodo ha bautizado
un amigo a Francisco Manuel Fernández
Santana, autor, editor y vendedor del libro Los niños que dejaron de sonreír.
Novela negra, negrísima. Que firmaría cualquier guionista televisivo o
cinematográfico de la serie ‘Mentes Criminales’ o de la seriada ‘Shaw’.
Adicto a la escritura desde chaval, dependencia que le ha
hecho acumular centenares de escritos en forma de cuentos, narraciones o simplemente
cosas personales; también se declara toxicómano de la lectura. Literatura en
vena y todo un complejo y oscuro mundo imaginario por ir contando, alentado por
su ídolo Stpehen King, completan su
bioquímica.
De los 1.000 ejemplares autoeditados de su libro lleva vendidos
cerca de la mitad, por diferentes vías: telefónica (en el 685 71 14 43),
internet (todostuslibros.com) y sobre todo el boca a boca. Está gustando mucho. La gente así me lo hace saber. Yo le veía mucho
potencial pero ha sido sacarlo a la luz y comen zar a llegarme buenas críticas
y ánimos para que siga escribiendo. Incluso hay posibilidades de fichar por
algún grupo literario importante o darle otras salidas a esta primera aventura.
Incluso dar continuidad a algunos personajes”. Está orgulloso de su nuevo
trabajo, al que ha llegado empujado por la crisis económica. Sus años de
dedicación a la albañilería para ganarse la vida y la de su familia concluyeron
de golpe. La burbuja, apunta. Y después nada. Te vuelves loco mandando
curriculums, buscando trabajos, pero no hay nada. Casi cuatro años de paro
dan para pensar mucho, sobre todo para
desesperarse, pero quizás en su caso cobre validez el refrán ‘no hay mal
bien que por bien no venga’ y la escritura a la que recurrió como válvula de
escape, primero como alumno de un taller de escritura creativa y ahora como
escritor con mayúsculas, le aporte un futuro que espera esté relacionado con la
escritura. De hecho, afirma, ya me ha
cambiado la vida.
Como a uno de sus personajes, lo más imprevisto también le
ha sucedido a él. Su proyecto de libro entraba en la línea de becas a la cultura
abierta por el Ayuntamiento de Etxebarri y esto le reportaba 1.500€; cifra aún
muy alejada del coste que suponen 1.000 libros con toda la parafernalia que
rodea la autoedición (correctores, diseño de portada, imprenta, etc.). El resto
salió de su ya depauperado bolsillo y gracias a esa decisión su novela veía la
luz en enero de este año. De aquí…
espera llegar lo más lejos posible. Su cabeza y su capacidad narrativa guardan
aún muchas historias. Está difícil…, pero
es un buen comienzo. Paco, ‘el escritor de Etxebarri’, de momento, está
empezando a sonreír.