LA NOVELA: El alcalde de una ciudad de la costa mediterránea
aparece muerto en su casa, en su propia cama. Los indicios apuntan a que le han
pegado un tiro en la cabeza a consecuencia del cual ha dejado de existir. Un
policía a punto de jubilarse se encarga del caso, es un tipo de vuelta de todo,
cansado, harto; su situación y personalidad le dan una visión panorámica
privilegiada de toda la chusma que le rodea, y sabe por experiencia que nada es
lo que parece.
En esta novela donde se
mezclan intrigas, corrupción, resentimiento, odios y venganzas, uno se
pregunta, entre otras cosas, si no será cierto que existe una justicia divina
en forma de rifle de precisión de fabricación soviética.
EL AUTOR: Juan Ignacio Montiano (Arrasate-Mondragón,
1961), es pediatra hospitalario desde hace más de veinte años y ha tenido el
honor, concedido por sus compañeros, de ser Presidente de la Sociedad Vasco
Navarra de Pediatría.
Ha publicado seis novelas: El
cadáver de Porqueriza (1995), Zaíno (1997), traducida al
alemán, Los vagabundos (2004), El fabricante de dragones
(2005), Dragoigilea en euskera, Todo vale (2010).
También varias publicaciones médicas, pero menos entretenidas, dice él.
Para Juan Ignacio la familia
y los amigos son lo único que te llevas gratis y caliente, sin ellos no sería
nada. Al menos hasta ahora ha podido compaginar sus dos pasiones, la medicina y
la literatura. Escribe desde antes de ser médico y sigue escribiendo porque las
recetas ahora se hacen por ordenador. Esta casado con Karmele, su mayor
acierto, además tiene dos hijas, Paula y Marta, su mayor tesoro.