Título: MAL DE MANOS
Autor: JOXERRA BUSTILLO
Editorial: TXERTOA
Trama: Un periodista deportivo se
recluye en un pueblo de la “España vaciada” para poder escribir con la mayor
tranquilidad posible la biografía de un pelotari que pudiendo haber llegado a
la cúspide se malogró por su afición a la buena vida y acabó desapareciendo
misteriosamente. Pero lo que parecía ser la historia de un juguete roto más
acaba convirtiéndose en una trama en la que se entremezclan extraños intereses
entre empresariales y mafiosos y la conflictiva situación política de la Euskadi
anterior a la muerte de Franco.
Personajes: Arriola, pelotari de extraordinarias condiciones aunque
excesivamente amigo de las juergas, que intenta mantenerse al margen de la
situación política de su país, Goyito, íntimo amigo y “confesor” de Arriola,
leal a él incluso en sus peores momentos, Eusebio Aspuru, periodista deportivo
que intenta escribir la biografía de Arriola, lo que le lleva a hacerse continuas
preguntas, Ana Paula, prostituta de origen brasileño de la que se encapricha Arriola
y que intenta utilizar a éste para así poder cambiar de vida, Argoitia,
empresario del mundo de la pelota, amigo y protector de Arriola hasta que se
cansa de su falta de formalidad, Otaola, tío de Arriola, empresario dedicado a
la especulación inmobiliaria en la costa mediterránea y que no duda en meterse
en todo aquello que pueda producirle beneficios económicos, Óscar Laskurain,
empresario con intereses en Filipinas, miembro de una vieja cuadrilla de amigos
que no duda en proteger y apoyar a Arriola.
Aspectos a Destacar: Tomando como fondo de la
narración la historia de un pelotari caído en desgracia --cuyo modelo, en opinión
de exclusiva responsabilidad del autor de la reseña, no del de la novela, podría
ser un conocido pelotari navarro cuya carrera se truncó por su carácter, pese a
pertenecer a épocas distintas-- se nos lleva a una época de Euskal Herria, la
anterior a la transición, en la que, como se ha expresado en más de una ocasión,
lo viejo se resistía a morir del todo y lo nuevo tampoco tenía fuerzas
suficientes para imponerse, mientras los ciudadanos que vivían en esa situación
se enfrentaban a sus contradicciones, en ocasiones insalvables.
La Frase: La vida no es una partida de
ajedrez que se puede volver a comenzar cuantas veces quieras, sino que cada
decisión que tomas significa desechar otras. Es una elección permanente entre
lo que parece más acertado, lo que crees más conveniente y lo que, en muchas
ocasiones, sería más correcto hacer. Arrepentirte a estas alturas de no haber
hecho tal cosa, imaginarte en compañía de otra mujer, de otros amigos, en otra
ciudad, es como intentar que te reimplanten la pierna que los médicos han
tenido que amputar para evitar la gangrena.