Título: LA CAJITA DE RAPÉ
Autor: JAVIER ALONSO GARCÍA-POZUELO
Editorial: MAEVA
Trama: Mientras su jefe celebra una
fiesta para celebrar la apertura de un nuevo negocio, una de las criadas de su
casa es asesinada cruelmente al tiempo que roban una cantidad importante de
dinero. La comisaría del distrito de La Latina deberá ocuparse de la
investigación del caso aunque el interés de las autoridades no está centrado en
el mismo sino en las intrigas y conspiraciones que podrían hacer caer al
gobierno de la Unión Liberal presidido por el general O’Donnell.
Personajes: José María Benítez, inspector jefe del distrito madrileño
de La Latina, policía entregado a su trabajo que pese a saber que hasta cierto
punto debe su puesto al gobierno, no duda en anteponer las exigencias de su
profesión a los intereses políticos de sus mentores, Fonseca, subordinado y
mano derecha de Benítez, de carácter cordial y afable, Ortega, nuevo secretario
de la comisaría, del que en un principio recela Benítez porque ha sido colocado
ahí por “recomendaciones”, no por sus méritos, González Cuesta, secretario del
Gobierno Civil, hombre intrigante que lo único que desea es obtener resultados
favorables para la estabilidad del gobierno, Pérez Elgueta, magistrado que
lleva el caso, hombre prudente y enemigo de fantasías, Fernández Belmonte,
periodista de tendencia progresista, amigo de la familia de Benítez, Juan
Miguel de Monasterio, banquero gaditano afincado en Madrid, opositor al
gobierno de O’Donnell, Pantaleón Moreno, secretario y mano derecha del anterior,
Ribalter, comerciante en vinos, socio del banquero Monasterio y patrono de la
mujer asesinada.
Aspectos a Destacar: La minuciosa descripción
que hace el autor del Madrid (y, por extensión, de España entera) de mediados
del siglo XIX, con sus gentes, sus afanes, sus intrigas políticas y sus
corruptelas no tan diferentes, salvando las distancias, a las de la España del
siglo XXI, sin descuidar por ello una trama policial que mantiene intrigado
constantemente al lector.
La Frase: Madrid, Villa y Corte, ciudad
soñada por artistas y literatos de provincia, por hacendados y capitalistas de
provincia, por embaucadores y tahúres de provincia. Madrid, babel de ceceos y
seseos, de andaluces, catalanes y montañeses, de banqueros, empedradores y amas
de cría, de abogados, diputados, libretistas de zarzuela y chalanes. Madrid,
coronada villa de ollas repletas, ollas vacías y restos de pucheros trasegados
por porteras y criadas desde el piso principal a los sotabancos y buhardillas.
Madrid, capital de un reino de tercera categoría que siglos ha fue un imperio,
ciudad en la que usureros y mendigos de levita, doctores en jurisprudencia y
analfabetos, agentes de bolsa, ingenieros y artistas, viven puerta con puerta
o, por mejor decir, techo con suelo. Es este Madrid de Isabel II una ciudad de
contrastes entreverados. Y el distrito sur de La Latina más si cabe.