Título: DEJA EN PAZ AL DIABLO
Título
original: LET THE DEVIL SLEEP
Autor: JOHN VERDON
Editorial: ROCA
Trama: Hace diez años un asesino en serie conocido
como "El buen pastor" asesinó a seis personas, propietarias todas
ellas de coches de lujo, acusándolas de codiciosas, pero nunca llegó a ser
detenido. Diez años más tarde una joven reportera de televisión decide hacer un
reportaje sobre las huellas que esas acciones dejaron en los allegados de las
víctimas, para lo que pide la ayuda de un antiguo policía que, al ir más lejos
de lo que se le pedía en su intervención, desatará las iras del asesino, que no
desea que se remueva el caso.
Personajes: Dave Gurney, policía retirado
que en su momento fue la estrella del Departamento de Policía de Nueva York, el
hombre que más homicidios había resuelto, que no lleva bien su retirada del
trabajo, su hijo Kyle, broker de éxito y estudiante de Derecho, del que ha
estado separado durante mucho tiempo y que intenta reconciliarse con él, su
mujer Madeleine, capaz de entenderle sin decir una sola palabra, lo que
habitualmente inquieta a Gurney, Kim Corazón, joven reportera hija de una
famosa periodista, ambiciosa aunque sinceramente preocupada por hacer un
trabajo digno, Robby Meese, antiguo novio de Kim, que no aceptó de buen grado
la separación y, aparentemente, la acosa, Jack Hardwick, policía, antiguo
compañero de Gurney, cínico, escéptico y lenguaraz, pero que a su modo siempre
intenta ayudarle, Max Clinter, policía retirado al que en su momento se culpó
de la huida del "Buen pastor" y que vive obsesionado por capturarle.
Aspectos a Destacar: En esta novela Verdon se aleja
del clima casi sobrenatural (aunque finalmente todo tenía una explicación
racional) de sus dos anteriores novelas de la serie dedicada a David Gurney,
construyendo un "thriller" en el mas clásico sentido del término / El
tratamiento a las víctimas, poco habitual en las novelas negras, así como la
crítica a la televisión-basura cada vez más extendida en muchos países de
nuestro entorno.
La Frase: No es la víctima la que se despierta en una
cama medio vacía, en una casa medio vacía. No es quien sueña que sigue vivo,
solo para despertarse con el dolor de darse cuenta de que no lo está. Ella no
siente la rabia horrible, el sufrimiento que causa su muerte. Ella no sigue
viendo la silla vacía junto a la mesa, quien continúa oyendo sonidos que suenan
como su voz. No sigue viendo el armario con su ropa...