viernes, 4 de junio de 2021

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 819.-CIELOS DE PLOMO (CARLOS BASSAS DEL REY)

 


Título: CIELOS DE PLOMO

Autor: CARLOS BASSAS DEL REY

Editorial: HARPER COLLINS

Trama: Miquel es un joven que siempre ha vivido en la calle, protegido por una organización de pequeños delincuentes, la Tinya, que es su auténtica familia. Cuando su mejor --y quizás único-- amigo aparece brutalmente asesinado se empeñará en descubrir qué es lo que ha ocurrido, aunque eso le acerque a un mundo para él desconocido hasta esos momentos y le aleje de quienes han sido siempre sus compañeros.

Personajes: Miquel Expósito, joven huérfano que pertenece a una pequeña banda de delincuentes y rateros, para los que trabaja y que le protegen, Andreu Vila, periodista caído en desgracia aunque sigue bien relacionado, con olfato para buscar la noticia por todos los rincones de la ciudad, Pedro Mata, médico y periodista, diputado en las Cortes Españolas, Pedro Monlau, como Mata también médico y periodista e incluso antiguo correligionario político, aunque se fueron separando por su distinta concepción de cómo había que actuar, Enric, hermano de Andreu Vila, partidario de la acción más que de la reflexión, Salvador, antiguo superior de Miquel en “la Tinya”, que mantiene con él una ambigua relación de amistad-enemistad, Amàlia, antigua amante de Andreu Vila, patrona y protectora de Miquel cuando éste se ve obligado a instalarse en su pensión.

Aspectos a Destacar: La descripción de una ciudad, Barcelona en este caso, en el que el progreso generado por el ascenso de una una nueva clase ascendente, la burguesía, así como por una incipiente modernización y revolución industrial convive todavía con reminiscencias del pasado y con una marea de pobreza e insalubridad que no parece fácil atajar, sobre todo porque no parece que ni a los poderes públicos ni a las clases más pudientes les interese mucho hacerlo.

La Frase: Era tan consciente como nosotros de que, por muy extraña y salvaje que hubiera sido, la muerte de dos desheredados no le importaba a nadie. La ciudad había alcanzado un grado crítico: la población crecía sin control, las condiciones de vida eran cada día más extremas y el aire, irrespirable; las calles apestaban a basura, a podredumbre, a heces, descomposición y muerte. Eso era Barcelona: un gran orinal, el caldo de cultivo perfecto para que crecieran y se propagaran todo tipo de enfermedades.