En la década de los años 30 del pasado siglo XX, ajeno a lo que ocurre a
su alrededor, Dámaso, un campesino de un pueblo de Badajoz, lucha por salir de
la miseria en una región en la que las tierras son propiedad de los señores y
las gentes se mueren de hambre. La guerra trastocará para siempre su
existencia, y se verá obligado a huir, mientras su familia sobrevive a duras
penas.
Treinta años más tarde, su hijo Manuel,
obrero en una fábrica vizcaína, toma parte activa en la que, a la postre, sería
la mayor huelga que tuvo lugar durante el franquismo. En consecuencia, será
deportado a Extremadura, donde buscará a la familia cuya existencia ignoraba
hasta aquellas fechas, y descubrirá lo que realmente ocurrió con sus padres y
hermanos.
En esta ocasión, Toti Martínez de Lezea
nos sorprende con una descarnada historia sobre una época dura donde imperó el
miedo y la crueldad, y que es preciso no olvidar.