Título: LA
MUJER DEL BOSQUE
Título original: THE WOMAN IN THE WOODS
Autor: JOHN CONNOLLY
Editorial: TUSQUETS
Trama: En los bosques de una pequeña población del estado
norteamericano de Maine aparece el cadáver de una mujer. Aunque no hay, en
principio, indicios de que la muerte haya sido provocada, el hecho de que
hubiera dado a luz casi al mismo tiempo de su muerte moviliza a la policía, en
un intento de descubrir qué ha ocurrido con el niño supuestamente nacido. Un
abogado, interesado en el asunto por motivos altruistas, decide contratar a un
detective, Charlie Parker, para que se una a la búsqueda. Pero cuando Parker
interviene en una investigación las cosas nunca son normales.
Personajes: Charlie
Parker, expolicía y detective convencido, debido a su experiencia personal, de
que hay a nuestro alrededor ciertas presencias malignas que nos condicionan,
Moxie Castin, abogado y en ocasiones cliente de Parker, que le contrata para
que busque al niño, Louis, asesino profesional, amigo de Parker al que es leal
en extremo, con un sentido propio del bien y del mal, Quayle, extraño abogado
inglés que va detrás del niño y, sobre todo, de un secreto al que puede
encontrarse unido, Pallida Mors, colaboradora de Quayle, cuyo aspecto y
profesión (la muerte) se corresponden con el nombre que utiliza, Bill Ocean,
hijo de uno de los caciques de la localidad, de pocas luces, supremacista y
racista.
Aspectos
a Destacar: La saga que Connolly dedica a
su detective de cabecera, Charlie Parker, sigue creciendo y dando en cada nueva
obra otra vuelta de tuerca a la unión entre género negro, con un personaje que
de los pies a la cabeza se corresponde con lo que se espera de un duro
detective de ficción, y un ambiente sobrenatural cada vez más integrado, de un
modo absolutamente natural, en las historias de la serie.
La Frase: No
creo que Parker sea el tipo de hombre que acepta dinero de alguien así. Todos los
casos (asesinos llevados ante la justicia, mujeres desaparecidas encontradas,
niños salvados de sabe Dios qué final) tienen en común cierto sentido moral,
del bien y del mal.