LA NOVELA: Ni Pepe
Carvalho, ni Toni Romano. El detective patrio más auténtico se llama Mauricio
Romero y, no sé si por suerte o por desgracia, apatrulla la ciudad del crimen.
Y es que, como todo españolito de pro, el bueno de Mauricio no dudará en
aprovecharse del débil, derrochar en vicios el dinero de sus clientes y
criticar a todo hijo de vecino, reflejando/denunciando nuestros usos y
costumbres más arcaicos y arraigados. Así, mientras trata de resolver los tres
casos que componen este volumen, a cuál más disparatado y esperpéntico, su
avezado ojo clínico pasará revista a las calles, monumentos, locales y tugurios
más cutrefactos e idiosincrásicos de la ciudad de Cuenca, sin dejar títere con
cabeza ni escatimar en sarcasmo y expresiones del terruño, que, a buen seguro,
dejarán al lector con una sonrisa en la boca y ganas de más. Si el género negro
se jacta de ser el más apropiado para conocer una sociedad, señoras y señores,
le pese a quien le pese, aquí tienen la mejor guía turística de Cuenca. (Sergio
Vera Valencia, Las Casas Ahorcadas).
EL AUTOR: Antonio Santos Torralba nació en Honrrubia
en 1980, pero es conquense por casualidad, porque por aquel entonces sus padres
vivían en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), donde residió hasta 1997.
Afincado ya en la ciudad del crimen, estudió Humanidades en la Universidad de
Castilla–La Mancha, trabajando en lo que podía, ya fuese como becario en la biblioteca,
encuestador, albañil, repartidor o piscinero. En la actualidad debería impartir
clases de Lengua y Literatura en el instituto de turno, pero es un hombre
recortado.
En lo estrictamente
literario, ha hecho camino en el mundo de la poesía, publicando el poemario Del
aire y la voz (2005), y sus versos han aparecido en la revista "Saigón"
y en las antologías Inmaduros 26, jóvenes poetas de Castilla–La Mancha
y Los rostros de Medusa. 20 años de poesía conquense. Su trabajo
también ha sido reconocido en los certámenes poéticos Villa de Villamayor de
Santiago, Luis Ríus de Tarancón, Alea Iacta est y jóvenes artistas de
Castilla–La Mancha. Su reciente novela La ruta de las ratas,
protagonizada también por Mauricio Romero, ha sido descrita como "la
novela que jamás escribiría un poeta".
LA OPINIÓN DEL BLOG: Los casos de Mauricio Romero, que
aparecieron bajo la autoría del propio Mauricio aunque ahora sabemos, tanto por
nuestra intuición investigadora como por haber continuado sus aventuras en otro
volumen firmado ya por el autor, que está escrito por Antonio Santos,
supone la presentación en público de un detective cincuentón, divorciado, ya
abuelo, hincha del Real Madrid (no se puede ser perfecto en esta vida) y amante
del Carlos I que ejerce sus funciones en Cuenca pese a que por ser una ciudad
tan pequeña en la que todos se conocen, no es fácil que un detective pase
inadvertido. Aún así, se dedica con entusiasmo, y un punto de cinismo, a su
profesión, no desdeñando burlarse, si llega el caso y lo considera justificado,
de sus propios clientes.
En este volumen nos narra
tres de sus aventuras. En la primera un hombre sospecha que le engaña su mujer,
en la segunda una secta quiere que recupere un cáliz sagrado que, al parecer,
se encuentra en Cuenca y en la tercera investigará a un conductor kamikaze y al
marido de una mujer que también se huele que le ponen los cuernos, con el
añadido de que el hombre a investigar pertenece al benemérito cuerpo de la Guardia
Civil.
Romero se tomará con cierta
cachaza los casos que le encargan, ya que sólo es rápido para tomar el dinero
que le ofrecen, pero no para correr a investigarlos. aún así conseguirá
desembrollar los diversos líos en los que se va metiendo, pertrechado de sentido
del humor, un amplio barniz de cinismo y recurriendo a la violencia si hace
falta.
Y mientras leemos sus
aventuras y desventuras y, sobre todo, sus correrías por su ciudad natal, de la
que es un experto guía, nos damos cuenta de que nos saben a poco y que deseamos
leer más aventuras de ese Marlowe manchego. y creo que con esto último ya está
todo dicho.