Título: LA RUTA DE LOS CANGUROS
Autor: GUILLEM FRONTERA
Editorial: SEDMAY
Trama: Un detective dedicado casi en
exclusiva a descubrir adulterios ajenos acude a su Mallorca natal a visitar a
una antigua novia y su actual marido, pero el mismo día de su llegada Ana, su
exnovia, es asesinada, convirtiéndose, de repente, en el sospechoso ideal, por
lo que pese a su desconocimiento del oficio que teóricamente ejerce, tendrá que
investigar lo sucedido si desea salir el lío en el que se encuentra metido.
Personajes: El
detective-protagonista sin nombre, tan cínico como escéptico, un hombre de
vuelta de todo sin haber ido antes a ningún sitio, Rafael, el marido de la
mujer asesinada, un millonario prepotente y muy satisfecho de haberse conocido,
al que le gusta presumir de lo que valen --o de lo que le han costado, lo que
no siempre es equivalente-- sus posesiones, Jacques van Balen, sexagenario
amante de la mujer asesinada, un hombre con un considerable poder económico,
Julio Ramis, policía encargado del asunto, viejo conocido del protagonista con
el que no simpatiza mucho, pese a ser amigo de una de sus hermanas, Pau
Terrassa, escritor mallorquín capaz de competir en cinismo con el protagonista,
aparentemente más preocupado por el dinero que por la literatura o la justicia.
Aspectos a Destacar: El pesimismo estructural
que atraviesa la novela, quizás premonitorio de lo que se llamó “el desencanto”
surgido tras la Transición, visto a través de los ojos de un protagonista que,
al contrario de lo que estableció Raymond Chandler al hablar de los primeros
detectives que poblaron los inicios del género negro como nuevos caballeros
andantes, se configura como un “antihéroe” en el más estricto sentido del
término.
La Frase: De un país como éste, que
todavía no ha incluido la ducha en el inventario de sus tics cotidianos, nada
bueno se puede esperar. Sin ducha diaria no hay democracia posible ni
civilización mínimamente aprovechable. Es precisamente bajo la ducha donde
pueden tomarse aquellas decisiones que mejoran la vida de un país y donde una
persona descubre sus debilidades y sus errores. Yo no tomé ninguna decisión.
Tan sólo dejarme llevar por los acontecimientos.