Título: EL HOMBRE DE MI VIDA
Autor: MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN
Editorial: PLANETA
Trama: Tras años de alejamiento Charo
vuelve a la vida de Carvalho, tanto para refugiarse en él como para ofrecerle
otro “refugio” diferente para su vejez, el que conseguirá si accede a trabajar
para una especie de servicios secretos paralelos catalanes que se están creando.
Al mismo tiempo le encargan que investigue las circunstancias de un asesinato
que la policía parece haber aclarado ya, la de un joven de la alta sociedad al
parecer implicado en alguna de las sectas que están floreciendo. Los dos
asuntos acabarán confluyendo de un modo tan sorprendente como lógico.
Personajes: Pepe Carvalho, personaje principal de las novelas policiales
de Vázquez Montalbán, exmiembro del Partido Comunista, exagente de la CIA,
gastrónomo siempre y cada vez más escéptico y desengañado, La Mujer del Fax, una
extraña mujer que, al parecer, ha conocido en el pasado a Carvalho y le envía
continuamente mensajes por fax, entre inquietantes y halagadores, Quimet, notario
y empresario catalán, examante de Charo, que quiere crear un servicio de
inteligencia para defender a Catalunya de sus enemigos y desea que Carvalho se
integre en él, Anfruns, viejo conocido de Carvalho, sociólogo e intelectual de
izquierdas, que cree que el futuro está en las nuevas religiones que se están
formando, Charo, prostituta amante de Carvalho y siempre leal a él, Biscuter, empleado
y cocinero de Carvalho, que se desvive por su jefe, Pérez i Riudoms, importante
empresario y hombre de negocios catalán, uno de esos personajes a los que les
gusta controlar todo lo que sucede tanto en el plano económico como político
siempre en su propio bneficio.
Aspectos a Destacar: El inmortal personaje
creado por Vázquez Montalbán, en esta aventura que es la inmediatamente
anterior a la última de “Milenio”, se adentra en lo que va a ser el próximo
siglo (éste en el que llevamos instalados ya veinte años) con una mirada
escéptica y crepuscular aunque netamente “carvalhiana”.
La Frase: Son tiempos teológicos,
Carvalho, cualquier afirmación sobre el futuro es teológica porque nadie lo ha
diseñado y el neodeterminismo capitalista se ha cargado la esperanza, es decir,
el futuro como religión, tal como lo proponía Bloch. Por eso el gran mercado
del próximo siglo será religioso. Aparecerán religiones de marketing. Lo de las
sectas es mera prehistoria.