Título: LA LLUVIA EN LA MAZMORRA
Autor: JUAN RAMÓN BIEDMA
Editorial: VERSÁTIL
Trama: Pocos días antes de que el dictador Miguel Primo
de Rivera sea cesado por el rey Alfonso XIII, miembros del partido que le
apoya, la Unión Patriótica, intentan remitirle unas cartas gracias a las cuales
esperan que mantenga en su puesto al dictador. Pero la actriz que debía
entregarlas es asesinada y las cartas desaparecen, haciendo que diversos
personajes, diferentes entre sí, se unan para buscarlas y desentrañar qué hay
detrás de lo que parece ser una conspiración en toda regla.
Personajes: Enrique
Jardiel Poncela, personaje real, autor de teatro, cáustico y humorístico, Hernán,
sereno madrileño, que parece haber coqueteado con la delincuencia en el pasado,
serio, reflexivo y leal, Marcela, aspirante a dramaturga amiga de Jardiel, de
fuerte personalidad, que se ve involucrada en el asunto al desaparecer su
padre, médico y amigo de la actriz asesinada, Antolina, joven profesora de la
única escuela en España para niños con discapacidad intelectual, que de repente
se ve metida en la trama sin saber ni por qué ni para qué, Herminio, celador
del hospital en el que trabajaba el padre de Marcela, que pese a su carácter
apocado acompaña a ésta y a Hernán en sus pesquisas, García y Mancera, destacados
miembros del partido Unión Patriótica, el primero preocupado porque cree que su
mujer le engaña y el segundo porque se ha quedado ciego, Galván, fotógrafo de
la policía que tiene su “despacho” en un burdel y se dedica, sobre todo, a sus
propios “negocios”.
Aspectos
a Destacar: Biedma aúna en esta novela
tanto el sentido del humor que era característico de uno de sus personajes,
Jardiel Poncela, como la capacidad para crear una intriga que en ningún momento
decae, en unos días que se jugaba no sólo la caída de un gobierno sino también --aunque
eso, lógicamente, se supo mucho más tarde-- el propio futuro de España, demostrándonos
su versatilidad y su capacidad para jugar con los géneros.
La
Frase: Párroco.- Está de moda el
sentido práctico. Cada vez hay más gente que piensa que eso de Dios es una idea
inútil. Jardiel.- Es posible que Dios no sea necesario para vivir. Dios no va a influir, naturalmente, para que triunfe
un credo político o para que un ejército venza a otro, o para que un ciudadano
gane una oposición a la Beneficencia Municipal. Dios no va a influir para que a
un niño se le cure la tosferina, eso no lo creen más que cuatro viejas de esas
que se arman un lío para cruzar las calles. Pero cuando todo se hunde alrededor
de uno, cuando se advierte la soledad en que se vive, cuando se percibe la
inmensa inanidad de la existencia, ¿a quién se va a volver los ojos? ¿A Carlos
Marx? ¿Al doctor Marañón? (frase original de Enrique Jardiel Poncela en su
novela “La tournée de Dios”)